@C. Vidal / Fernando Gómez (Mérida, 1985) todavía está aterrizando en el Consell d’Eivissa. El nuevo Director Insular de Deportes afirma estar sorprendido por el volumen de trabajo que se ha encontrado en estas primeras semanas pero, sobre todo, por el exceso de «burocracia». Sin embargo, Gómez asegura que «con voluntad, ganas y echando horas, se pueden ir sacando las cosas». Reconoce ser un «apasionado» del deporte -es licenciado en INEF, entrenador nacional de natación y de musculación, fitness y culturismo, además de haber competido en fútbol, baloncesto, fútbol sala y rugby- y espera poder resolver algunos de los problemas enquistados desde hace muchos años como la piscina de 50 metros o el circuito de motor de sa Coma.
-¿Qué le han parecido estas primeras semanas en el cargo?
-Me he encontrado bien, sobre todo con bastante ilusión. He tenido que aprender cómo funciona la casa, porque imagínate, esto es diferente a cualquier trabajo que he hecho antes. He trabajado en muchas cosas, deporte, juventud, soy profesor y entrenador, pero la administración pública es muy diferente. Nadie te enseña a trabajar aquí.
-¿Se sentía capacitado a la hora de ser escogido para este trabajo?
-Sí, por supuesto. Además de estar ligado toda mi vida al deporte, me he implicado mucho en los últimos tres o cuatro años en temas políticos, que es algo que sufrían mis amigos y mis conocidos en las redes sociales. Cuando he llegado aquí hay muchas cosas que ya conocía. De hecho, algunos funcionarios me comentan que las pillo al vuelo. No puedo saber exactamente como funciona todo, pero me puedo hacer una idea.
-¿Hacía falta esos aires nuevos en la política?
-Sí, era muy necesario. Muchas veces se nos critica la falta de experiencia como cargos políticos. Pero mira cómo nos ha ido con los políticos con experiencia. Igual es el momento de probar algo diferente. Lo que está claro es que me encanta hacer este trabajo. Soy un universitario español que está trabajando en lo que ha estudiado y me siento un privilegiado, aunque no debería ser así y lo que me pasa a mí debería ser lo normal.
-¿Qué estado de salud tiene el deporte ibicenco?
-Creo que se pueden mejorar diferentes cosas, pero al deporte ibicenco, en general, lo veo bien. Por eso una de las cosas que vamos a hacer ahora es seguir la misma línea de actuación, porque llevamos poco tiempo y tenemos que seguir con unos presupuestos que ya nos vienen dados del anterior gobierno. Hay que adaptarse un poco. No obstante, la política que estoy llevando es hablar mucho con los técnicos y los funcionarios de la casa para que, de esta forma, podamos mantener lo que está bien hecho e intentar cambiar lo que nos parece que no funciona. De cara al año que viene, con los presupuestos nuevos y con más tiempo para actuar, ya será diferente.
-Es un lugar común hablar de la herencia recibida pero, ¿cómo se ha encontrado el departamento?
-Antes de nada me gustaría agradecer a Rafa Triguero, el anterior conseller, que al final y al cabo yo hago su trabajo, aunque me coordino con el titular de Deportes, David Ribas, que se ha prestado a colaborar en todo lo posible y que creo que hizo un muy buen trabajo. Aparte de eso, todavía no hemos podido ver en profundidad cómo está el departamento, aunque en parte se encontraba paralizado, supongo que por la lógica de las elecciones. Por eso ha sido llegar y encontrarme con una vorágine de informaciones y de temas, hasta el punto de que he preguntado si era normal este volumen de trabajo, y me han dicho que se debe al cambio de gobierno. Por ejemplo, estoy llamando a todas las delegaciones, que son 56, y todavía no me ha dado tiempo. Mi intención es hablar con ellas una a una para conocer sus reivindicaciones y estoy siguiendo un orden alfabético. Lo digo porque no quiero que se moleste alguien si todavía no he podido llamarles.
-Hablemos de reivindicaciones, ¿tendremos piscina de 50 metros alguna vez en Ibiza?
-El tema de la piscina habrá que estudiarlo, pero soy entrenador nacional de natación y, además, monitor de socorrismo, por lo que soy uno de los primeros interesados en que Eivissa tenga una piscina de 50 metros que pueda acoger competiciones oficiales, que, al fin y al cabo, es una cuestión que estaba en nuestro programa. Pero hay que mirar el presupuesto y ver si el dinero se tiene que invertir en este tema o en otros más importantes. Nuestro partido político está a favor de, en lugar de construir megaestructuras millonarias, habilitar y mejorar lo que ya tenemos.
-Otro tema peliagudo, el circuito de motor…
-Sa Coma se merece un monográfico. Tengo más de dos cajas repletas de información y expedientes y todavía, si soy sincero, no he podido ponerme a ello. Sin embargo, es una reivindicación histórica del mundo del motor, que además tiene una acogida brutal en la isla, y hay que solucionarlo. Los pilotos han tenido una paciencia de santo. Nosotros lo que les hemos dicho es que no vamos a engañar ni marear. Vamos a explicarles las cosas como son porque, al fin y al cabo, el asunto del Parc Motor no depende sólo de nosotros, pero nunca les prometeremos cosas que no vamos a cumplir.
-¿Qué otros problemas se está encontrando?
-Por ejemplo, quiero sacar una línea de subvenciones para los viajes interislas, porque lo considero vital. Un deportista, si no compite contra iguales o mejores, no puede progresar en su rendimiento. Tenemos la barrera de la insularidad pero, aún así, los resultados que están obteniendo son increíbles. También tenemos claro que el deporte base es sagrado. No se toca. Si no se mantiene, se mejora. Pero tampoco se puede dejar abandonados a los deportistas de élite, que representan a la isla y ayudan a dar una imagen de Eivissa diferente de la típica de fiesta y discotecas.
-En el programa de Podemos también se incluía un Consejo Insular de Deportes, ¿cómo está ese tema y en qué consistirá?
-Me encantaría hacer el Consejo Insular de Deportes, que es uno de los puntos estrella que llevaba Podemos en el programa. Es algo, además, que se tiene que hacer, porque sería un organismo que aglutinaría a los clubes, los técnicos, los deportistas y los eventos que se hagan en la isla, para que no se pisen unos a otros. Creo que sería muy beneficioso y lo tengo presente. De hecho, es algo que tengo marcado en rojo dentro de mi agenda y que no sería demasiado gravoso, porque la sede donde se ubicará será del Consell e, incluso, había pensando en Cas Serres.
-El presupuesto, ¿aumentará o será igual al del año pasado?
-En el presupuesto me voy a dejar la piel para que no nos bajen ningún euro, porque considero que el deporte es fundamental y mueve a mucha gente. Como no tenemos tiempo este año, vamos a mantener todo lo que funciona bien, aunque sí hay algunas cosas nuevas que quiero incluir. De todas formas, tengo muy claro que no vamos a hacer ningún despilfarro. Ya me han comentado algunos que soy un poco ‘rata’ con el dinero público, pero es que cada euro del dinero público me cuesta en el alma. Yo antes era de los que sufría con este tema y me sigo sintiendo un ciudadano normal y corriente.
-Por último, ¿cuál es el objetivo que quiere conseguir al frente de la dirección insular de deportes?
-Quiero que todos los deportistas, sea cual sea el deporte que practiquen, se sientan apoyados y que me vean como alguien accesible. En estos cuatro años de legislatura pretendo cumplir a rajatabla el programa y tener la cabeza bien alta. No quiero hacer nada que defraude a la gente del deporte, aunque sé que es algo difícil, porque nunca llueve a gusto de todo el mundo, pero creo que con buenas intenciones y, sobre todo, con honradez, se pueden conseguir muchas cosas.