@Noudiari / La Peña Deportiva ha patinado en casa ante el Badalona y ha visto cómo el calendario descuenta otra jornada sin que haya sido capaz de puntuar. En un partido típico de cero a cero, en el que los dos protagonistas han mostrado un respeto excesivo el uno hacia el otro, la mala suerte ha vuelto a jugar una mala pasada al equipo de Sant Eulària, que se ha marcado en propia puerta el único tanto que ha subido al marcador.
La jugada fatídica ha llegado en el minuto 38, cuando Marcos ha cabeceado a gol en su propia portería. Una jugada desafortunada que le ha costado el partido su equipo, una Peña Deportiva que a pesar de la mejoría experimentada en la segunda vuelta sigue siendo rehén de un mal inicio de campeonato. El cuadro que entrena Dani Mori ha vuelto a la penúltima posición de la tabla, donde, con 24 puntos, está a dos victoria de la salvación a falta de once jornadas para el final.
La Peña ha trabajado en el terreno de juego para equilibrar de nuevo el marcador en la segunda parte y salvar al menos un punto, pero su rival le ha cerrado perfectamente el camino del gol y sus intentos por batir la meta ajena han caído en saco roto. Tiene ahora el conjunto una complicada papeleta, aunque la jornada que viene visita un campo propicio para reencontrarse con la victoria, el del colista, el Deportivo Aragón, el único equipo que tiene por detrás en la clasificación.
El duelo ante el conjunto maño se presenta como una final de la que puede salir reforzado o quedar definitivamente descartado para la permanencia en una categoría en la que la lucha por salvar el tipo se aprieta por momentos y en la que hay hasta ocho equipos implicados de forma directa en este momento de la campaña. No lo tienen nada fácil los peñistas, pero todavía quedan esperanzas.
Al equipo se le ve más centrado en su trabajo que en la primera vuelta y los refuerzos llegados en el mercado de invierno le ha hecho más fuerte, con lo que si es capaz de mantener la cabeza fría y no caer en el desánimo podrá alargar su esperanza de vida hasta las últimas jornadas, en las que se prevé una lucha sin cuartel por mantener la categoría en el exigente Grupo III de Segunda División B.