La Peña Deportiva se reafirma un poco más en el liderato después de superar al San Rafael en Santa Eulària (1-0) en un partido que guardaba para el final una desagradable sorpresa para los visitantes, el gol de Pando en el descuento. Nadaron y nadaron los rafalers para morir en la orilla de un derbi vacío de fútbol y sin más brillo que el que pusieron los más de 600 espectadores que desafiaron el frío en las gradas del municipal de la Villa del Río. Ambiente de gala al que no correspondieron los contendientes, que protagonizaron un tedioso partido repleto de respeto y excesivas precauciones.
Sólo durante los primeros 15 minutos de partido dio la Peña muestras de la superioridad que se le presupone al líder de la categoría. Tras el arranque inicial, sin embargo, fue perdiendo fuelle de forma paulatina. Aprovechó el San Rafael la coyuntura para perpetrar sus primeros escarceos en vanguardia, algo que podría haberle salido caro si Moro no llega a desbaratar una clara ocasión de Pando que el meta desvió al larguero.
Volvió a recluirse el San Rafael con la intención de proteger su portería y aguardar la oportunidad de salir a la contra cuando se lo permitiera su adversario. La ocasión se haría esperar hasta el minuto 44, cuando Ramos puso a prueba a Seral y este respondió con una parada cuyo rechace fue a parar a los pies de Salinas, que no acertó a chutar entre los tres palos.
En la reanudación no mejoró el juego de ninguno de los dos equipos, pero sí se multiplicaron las aproximaciones de los visitantes. José García en el 46, Ramos y Salinas con una doble ocasión en el 63 y Aparicio de tiro lejano en el 64 estuvieron a punto de abrir la lata para el San Rafael.
La Peña, desconocida, no era capaz de llegar con fluidez a los dominios de Moro e insistía el equipo de Vicente Román en sus ataques. Así, una falta rasa de Ramos en el minutos 71 que fue envenenándose a medida que se aproximaba a la meta obligó a Seral a intervenir de urgencia y de forma poco ortodoxa para evitar que el balón cruzara la línea de gol.
Fue en los últimos compases del derbi cuando la Peña pareció despertar de su letargo e ir a por la victoria sin contemplaciones. De esta manera, Pando, en el 87, estuvo a punto de perforar la meta del San Rafael. Era un preaviso de lo que sucedería sólo unos minutos más tarde, ya en el descuento y con los dos equipos dando prácticamente por bueno el empate. Un fallo de marcaje a la salida de un córner con el que iba a acabar el encuentro dejó a Pando solo en el área, y éste, sin oposición, se elevó de forma académica para marcar los tiempos de un cabezazo que valdría su peso en oro.
La frustración de unos y el exceso de revoluciones de los otros desembocó en una pequeña tangana con tres expulsados, José Gómez para el San Rafael y de Pablos y Rubén Martínez para la Peña.