@Noudiari / El Formentera lleva casi media vuelta jugando con fuego y tiene papeletas para acabar quemándose. La dureza de la Segunda B se está cebando con el equipo pitiuso, que este mediodía ha vuelto a entrar en zona de descenso directo. El Elche ha demostrado su potencial en el Municipal de Sant Francesc y se ha llevado el partido por la mínima pero con solvencia. A los rojinegros les quedan cinco jornadas para intentar conseguir la permanencia. Para ello, deberán mejorar en casa, donde solamente han ganado dos encuentros.
Juan Arsenal aún desconoce la victoria como local desde que entrena al Formentera. El Elche aplazó ese éxito una jornada más (y ya van xxx) gracias a treinta minutos iniciales a otro nivel. Con Collantes y Benja en el banquillo, Nino y Sory se bastaron para convertirse en una pesadilla para los cinco defensas formenterenses. Nino se colaba entre líneas y filtraba pases para el gigantesco delantero guineano.
Así nació el único gol del partido: pase del almeriense (666 partidos y 215 goles como profesional para este veteranísimo) y gran definición de Sory ante Contreras. La mala suerte, por otro lado, se cebó con los locales en esa jugada crucial: Garmendia empezó a sangrar y estaba fuera del campo en el momento decisivo. Javi Rosa, uno de los centrales, notó un tirón en el abductor y fue sustituido justo después del gol. Es decir, el Formentera defendió durante el instante que marcó el rumbo del duelo con solo nueve futbolistas en plenas condiciones.
El equipo que entrena José Rojo, Pacheta, culminaba a la tercera las intentonas previas. Nino, disparando al palo, y Albácar, poniendo en apuros al portero rojinegro en el lanzamientos de una falta, habían rozado el gol. Controlando los tempos, el Elche condujo el partido hasta el descanso, al que pudo irse 0-2 si Josan no hubeira mandado a las nubes una pelota que recibió solo en el área.
Tras la reanudación, el Formentera intentó reanimarse sin éxito. Arsenal introdujo a Gori por el amonestado Samuel San José buscando ampliar el centro del campo a costa de reducir la defensa. El movimiento le salió a medias. Los locales creaban un poco más, pero eran presa del Elche en las contras. Y, donde debía cocerse el empate, poco o nada ocurría.
El recurso ofensivo que más empleó el cuadro rojinegro fue la pelota colgada al área en jugadas de estrategia. Neyder y Verdú, los centrales franjiverdes, se encargaron de escupir los balones que botaba Nando Quesada. Mientras el Formentera chutó una sola vez con peligro en todo el segundo acto del partido (Juan Antonio, desde la frontal, con un chut raso que casi se envenena para acabar en gol a falta de cinco minutos para el pitido final), los ilicitanos estuvieron a punto de llevarse el gato al agua más de una vez.
Sory se fabricó un jugadón que se quedó a las puertas del golazo. El corpachón del africano se zafó de dos defensas, recorrió treinta metros con la seguridad de un kamikaze y se estrelló por dos veces contra el pecho de un Contreras certero en la salida. Luego sacó Marcos un guante de oro para despejar con una palomita un chut que Nino apuntó a la escuadra.
Pacheta movió el banquillo en los últimos minutos de un partido donde, por perdonar, acabó encerrado en su área el Elche. La media hora de Segunda A que habían hecho los suyos de inicio le valía para seguir soñando con el ascenso a la categoría superior. Por lo contrario peleará un Formentera que, de haber empezado la competición en enero, sería antepenúltimo y tendría la salvación a cinco puntos de distancia.
Afortunadamente, los pitiusos hiciceron un buen colchón en la primera vuelta que les hace ver la permanencia a dos puntos. Una distancia salvable si en el sprint final los de Arsenal logran dos victorias seguidas por segunda ocasión esta campaña. Eso implicaría ganar en casa por primera vez en 2018.