@Noudiari/ Por trigésimo primera vez los coches de competición volverán a trepar desde Sant Vicent hasta Sant Joan de Labritja. La Pujada a sa Cala vuelve a disputarse este fin de semana y 54 vehículos tomarán parte en la prueba más clásica del automovilismo pitiuso. Los responsables de la prueba la han presentado esta mañana en la sede del Consell, que colabora en la organización con el Automóvil Club de Eivissa y Formentera.
La carretera de sa Cala se cortará al tráfico el sábado a las 14 horas. Una hora después comenzarán los entrenamientos, distribuidos en tres mangas: las dos primeras se correrán el mismo sábado y la última está reservada para la mañana del domingo. Después, el público que se congregue en la Pujada (habitualmente, suelen ser varios los miles de aficionados que suben hasta Sant Vicent) podrá disfrutar de los dos ascensos cronometrados. Pasarán ante los ojos, objetivos y móviles de los espectadores 38 coches inscritos en el apartado de montaña, siete, en el de tramos cronometrados, y seis enrolados en la modalidad de drift.
Sobre estos últimos vehículos tiene puestas grandes expectativas Manolo Adana, director de la carrera. Adana cree que la categoría drift va a dar espectáculo: «Es como si flotaran sobre el asfalto».