@Noudiari / La Pujada al Puig de Missa modificará este año su llegada para contar con un espacio más amplio para poder acoger a todos los corredores una vez acabada la prueba. La meta se ubicará en esta ocasión detrás de la iglesia, en el Paseo del Marqués de Lozoya, puesto que hay disponible una zona de tierra que puede acoger con más comodidad a todos los participantes que vayan llegando a la meta.
La Pujada al Puig de Missa llega este domingo a su 25ª edición y lo hace, como desde hace unos años, rozando la cifra del millar de participantes en sus tres variantes: Pujada Extrem, Pujada y Mini Pujada. Las dos primeras tienen el final arriba de todo del cerro del Puig de Missa y hasta ahora tenía como escenario la pequeña plaza de Lepanto, un espacio asfaltado que a los últimos años se veía desbordado por el gran número de participantes.
Para solucionar este problema, este año se probará una versión diferente de llegada. Tanto las cursas Extrem como la Pujada tendrán el mismo recorrido, con circunvalación del Puig de Missa por la calle Pare Guasch pero, en vez de seguir a los pies de las escaleras que dan acceso al conjunto de la iglesia, los corredores se tendrán que desviar hacia la derecha por el Callejón de Can Taltavuit y después, nuevamente hacia la derecha, por el Paseo del Marqués de Lozoya.
Este cambio afecta a aproximadamente unos 100 metros de recorrido e incorpora a cambio unas pequeñas dificultades, como son los peldaños de inicio del callejón y la pequeña rampa posterior. A cambio, la llegada se hará en un entorno de gran belleza. Al pasar la línea de meta, los atletas podrán disfrutar de una zona de recuperación más ancha, tanto en la explanada de tierra junto a la torre semicircular del Puig de Missa como una pequeña zona adoquinada junto a la entrada superior del Museo Etnográfico Can Ros.