@futbolpitiuso El nuevo Ibiza ya tiene el goleador top que andaba buscando para su faraónico proyecto deportivo en Tercera División. El club que abanderan Amadeo Salvo y Ángel Nadal se ha hecho con los servicios de un delantero con una pegada brutal procedente de la Primera División australiana, auténtico astro del gol.
Se trata de Sergio Cirio, un futbolista barcelonés de 32 años, criado en la cantera del Barça hasta edad juvenil, de 1.63 metros de alzada y que llega a Can Misses tras una exitosa etapa de tres temporadas en el Adelaide, donde coincidió con el técnico Guillermo Amor, exjugador del Barça. Sin lugar a dudas, el refuerzo del conjunto ibicenco se va a convertir en una de las sensaciones del campeonato liguero.
El flamante fichaje del UD-City, antes de emprender su aventura en Australia, militó en el Atrómitos de la Primera División griega (2007-2008), aunque sin mucho éxito deportivo porque acabó descendiendo de categoría.
En España, acumuló una intachable trayectoria en clubes de Segunda B, como el Mallorca B, Badalona, Orihuela y Hospitalet, pero donde ha registrado unos números de aúpa ha sido en la A-League, sobre todo en su segunda campaña, en la 2015-2016, consiguiendo el título de Liga.
En 2014-2015, además, conquistó la FFA Cup, primer título de Adelaide desde 2007. El español, esa campaña promedió un total de 13 goles en 34 partidos, erigiéndose como el mejor jugador del torneo.
El último fichaje del equipo de David Porras ya sea por banda derecha o izquierda, basa su juego en realizar diagonales desde los costados tenga o no tenga defensores delante. Una vez se deshace de los defensas entra en el área como un rayo y, según la situación, dispara o asiste.
En el sur de Australia, en la península de Fleurieu, en la llanura entre el golfo de San Vicente y la cordillera Mount Lofty, al otro lado del mundo, Sergio Cirio pasó de ser un jugador anónimo a uno de los cracks de la Liga australiana y ahora llega al nuevo Ibiza para perforar las porterías rivales en el campeonato balear de Tercera División y a regalar tardes de buen fútbol a la afición de Vila.