El técnico de la UD Ibiza, Lucas Alcaraz, ha asegurado este viernes, en la previa de la Jornada 39 de La Liga SmartBank, que el equipo tiene la obligación mostrarse “digno y potable” en lo que queda de temporada, a pesar de que ya se ha certificado su descenso a Primera RFEF. «Prefiero hundirme como el director de los músicos del Titanic, que como el capitán del Costa Concordia. Hasta para hundirse hay que saber», ha señalado el míster en la rueda de prensa previa al choque del domingo que lo enfrentará al Albacete en el Palladium Can Misses.
Alcaraz ha dicho que el equipo tiene que “estar ahí, en ese respeto», no sólo por la afición “que tiene derecho a estar enfadada”, aunque ha reconocido que no va a ser fácil. “Nuestro nivel de activación va a tirar de responsabilidad, de disciplina, de profesionalidad, pero emotivamente, es el que es, y tenemos que pelearlo”, ha añadido. El técnico, que ha aclarado que nunca ha sido “ni de excusas ni de quejas”, ha reconocido que es “evidente” que al equipo le ha faltado “capacidad para conseguir el objetivo”.
“Como entrenador me ha faltado capacidad para salvar el equipo”, ha asumido Alcaraz, que ha reconocido que la temporada ha sido un fracaso y una «decepción». Ha hecho balance de la campaña y ha señalado que hubo momentos clave como el mes de enero, cuando se llevó a cabo la estrategia de cambiar “prácticamente toda la plantilla”, algo que los mantuvo “demasiado en obras” todo ese mes, incluso con jugadores que “venían con déficit de forma”.
También ha aludido al “momento” en el que se diseñó una “estrategia de acercamiento” que no pudo ser por “un tramo de cinco partidos contra el Huesca, Andorra, Villarreal, Mirandés y Sporting que se tendrían que haber ganado todos» y no consiguieron ni la mitad de los puntos en juego. Aun así, ha destacado la ilusión que en esa segunda fase transmitía el equipo debido a que “concedía muy pocas” derrotas: “Siempre que estás cerca de ganar crees que vas a ganar, pero ese tramo de cinco partidos ha sido muy determinante”, ha insistido.
“Nos costó esa delgada línea que separa ganar partidos de no. Nos fue casi siempre a la contra. Ya lo digo, suerte, capacidad, de todo un poco”, ha afirmado Alcaraz. En cuanto a su futuro como entrenador del equipo celeste en Primera RFEF ha dicho que tiene una conversación «constructiva» pendiente con el club.
“No tengo ningún problema en hablar de entrenar aquí, aunque entiendo que la propiedad pueda pensar otra cosa”, ha manifestado.
En cuanto al partido del domingo ha explicado que volverá a jugar German en la portería, pero que faltará Kevin Appin por sanción, Morante “lesionado para todo o para casi todo” lo que queda de temporada por un problema en el psoas, y que Escobar es duda porque “lleva tiempo arrastrando un golpe”.
Por su parte, regresan Pape Diop y Marcos Mauro, aunque con pocas sesiones de entrenamiento.
EFE