El técnico de la UD Ibiza, Lucas Alcaraz, no ha conseguido dar con la tecla que guíe a su equipo hacia la salvación. Hoy recibe en Can Misses (14 horas) al Huesca situado a 14 puntos de la salvación cuando tan solo restan 13 jornadas para la conclusión del campeonato. Para el entrenador, «los méritos y los resultados no han ido de la mano”. Creer en la permanencia del club ibicenco en la categoría de plata del fútbol nacional es más una cuestión de fe que de probabilidades.
Aun así, mientras las matemáticas no digan lo contrario, el conjunto debe pelear por intentarlo. Tras la victoria ayer del Racing de Santander ante el Andorra (2-1), el cuadro ibicenco está más lejos que nunca de poder continuar en la categoría, y si no gana al Huesca será hora de dar la batalla por perdida y empezar a pensar en un futuro en una división inferior, la tercera del fútbol español hacia donde se dirige en caída libre a causa de una mala planificación deportiva y la toma de decisiones muy discutibles en todos los niveles jerárquicos de la entidad.
Alcaraz tiene una complicada papeleta, la de evitar el hundimiento anímico total y definitivo y la depresión de una plantilla superada por los acontecimientos. Sin embargo, se muestra positivo a pesar de ser colistas y no conocer la victoria desde principios de diciembre: “Las dinámicas pueden cambiar y ante el Huesca tenemos la oportunidad de revertir esta situación». Sabe que se enfrenta a un equipo “bastante compacto” que utiliza “bien el juego directo” y sale “muy rápido a la contra”. Para hacer frente a esta estrategia, los suyos deberán manejar el balón, “defender bien” ese juego directo, “tener paciencia y estar lo más equilibrado posible”, ha dicho.
Tras los sucesivos resultados, que hacen que solo sumen 19 de los 84 puntos posibles, Alcaraz descarta que sus hombres bajen los brazos y se rindan. “Estoy convencido que no va a pasar, pero ni ellos lo van a hacer ni yo lo voy a permitir”, ha dicho. Hoy se verá, porque si eso ocurre, de esta parte al final de Liga el camino puede ser una trituradora que haga trizas la reputación granjeada por el club hasta la fecha de la que cueste levantarse. Y esto es lo se quiere evitar a toda costa. Una victoria no solucionaría nada, sobre todo por la mala situación del equipo, pero al menos daría pie a mantener el tipo, a poder erguir la cabeza y a continuar albergando una pequeña dosis de esperanza.
El técnico afirma que el partido de hoy debe servir para demostrar que “realmente hay ganas y argumentos para ganar partidos”, algo de lo que se duda seriamente a estas altura y que el grupo debe de reivindicar ante los más escépticos. Alcaraz no quiere hablar de la permanencia, porque “primero hay que ganar y luego buscar los argumentos» necesarios para conseguirla
En el capítulo de bajas, Bogusz y Julis están enfermos y se suman así a la lista de ausencias encabezada por Marcos Mauro y Fausto Grillo, sancionados con roja directa la pasada jornada y que dejan al grupo sin los dos centrales por los que estaba apostando el entrenador en el eje de la defensa. Asimismo, Isma Ruiz y Alarcón, por molestias en un gemelo y en un tobillo, respectivamente, no serán de la partida.
EFE / Redacción