@C. Vidal / El ambiente era el de los grandes acontecimientos. Más de mil espectadores prácticamente abarrotaban el polideportivo insular de sa Blanca Dona. La ocasión no era para menos. Por primera vez en casi medio siglo, que se dice pronto, dos púgiles ibicencos, los hermanos Iván y Víctor Bonet, debutaban en el boxeo profesional.
La noche, que tenía que haber sido festiva, no fue todo lo bien que se esperaba. Había empezado con buenos resultados, con dos títulos baleares para Gabriel Jáimez, en peso gallo, y para Toni Marín, en peso pesado, que se impusieron a los puntos a los mallorquines Gonzalo García y Jorge Lasarte, respectivamente.
«Sí esperaba ganar el título, porque aquí en casa, y con el apoyo de toda la gente, estaba muy confiado. La pelea ha ido bastante bien, aunque al principio me costó coger algo el ritmo. El mallorquín se ha marchado cabreado porque nos dimos un cabezazo, pero fue culpa de los dos, lo que pasa es que hay gente que no sabe perder», afirmó, tras su pelea, Jáimez, el flamante campeón balear.
Previamente, Daniel Bonet, que sigue los pasos de sus hermanos, había superado al madrileño Alejandro Martínez, Daniel Muñoz hizo nulo ante Adrián Gandolfi, el mallorquín Cristian López superó a Antoni Torres Godet y Alba Ortiz ganaba a la también mallorquina Sara Riera en la final del peso gallo femenino. Sin embargo, todo se torció en los últimos cuatro combates.
Primeras decepciones
La primera decepción llegó en la pelea de Toni Torres, Botja, en la segunda eliminatoria del campeonato de Baleares de boxeo amateur en peso welter. El púgil ibicenco rindió muy por debajo de lo que en él es habitual y fue noqueado en el segundo asalto por el púgil británico afincado en Mallorca Sean Pendry, que se mostró muy superior al ibicenco.
En la siguiente pelea, quizá la más espectacular de la velada, el local Marius Tosisi tampoco pudo vencer e hizo nulo frente al madrileño Pablo Arroyo, aunque ambos púgiles protagonizaron un intercambio de golpes en los tres asaltos que casi hizo temblar el cuadrilátero y que hizo las delicias de los aficionados.
Lesión del rival
Tras la pelea de los superpesados, llegaba el momento más esperado de la noche. Era el turno de los hermanos Bonet, que confiaban en estrenarse como profesionales con una victoria, sobre todo teniendo en cuenta que competían en casa.
Víctor lo consiguió, aunque en un combate deslucido por una inoportuna lesión en el hombro derecho de su contricante, Emmanuel Hoyos, poco antes del final del segundo asalto. La decisión de los jueces en un principio fue la de dar la pelea como no contest (combate sin decisión), aunque finalmente le dieron como ganador al haberse producido la lesión después del primer asalto.
«Ha sido una pena, porque empezaba a subir un poco el ritmo del combate y parecía que la cosa iba bien. Pero se le ha salido el hombro y no hemos podido seguir. Son cosas del boxeo. Después de ocho años peleando y casi 50 combates en amateur, ya tocaba dar el salto a profesional. Me hubiese gustado empezar con un mejor resultado, pero espero que la próxima vez salga mejor», aseguró el mediano de los hermanos Bonet.
Tira la toalla
Peor fue lo de Iván. Bartolo Bonet, su padre y entrenador, decidió arrojar la toalla ante la sorpresa de muchos en el segundo round, después de que su pupilo hubiese recibido un par de golpes claros por parte del colombiano Diego Jair Ramírez, un rival que a priori era asequible -no había logrado ninguna victoria en sus trece combates como profesional-, pero que acabó por llevarse el triunfo por KO técnico.
«Me ha lanzado un par de manos en frío, y como no me vieron muy bien, desde el rincón decidieron arrojar la toalla, pero yo tenía fuerzas para seguir combatiendo. Estoy bastante fastidiado por haber debutado con derrota, pero el deporte es así y no siempre salen las cosas como uno quiere», declaró el púgil.
Este revés de Iván Bonet puede tener repercusiones futuras, y es que su entrenador asegura que podría ser su primer y último combate como profesional. «Víctor ha tenido muy mala suerte en esta pelea y tiene futuro, pero a Iván, sinceramente, yo no lo veo. Va con el mentón al aire y estoy harto de decirle que se cubra. Es fuerte, pero no encaja. Hoy ha debutado con este hombre, que no tiene récord alguno, y ha caído, así que imagínate que pasará cuando le toque un boxeador más duro… No sé, quiza en unos días me lo replanteo, pero ahora mismo no le daría otra pelea a Iván», comentó Bartolo Bonet.