C. V. / «Espero que se calmen las cosas porque, si no, me vería obligado a dejar Venezuela, aunque no quiera. Es duro ver cómo disparan a la gente por la calle sin venir a cuento. La situación es bastante peligrosa y se comenta que, o bien puede no pasar absolutamente nada, o bien hay un golpe de Estado o algo parecido», relató Oliver Mendoza en la madrugada de hoy en el programa «El Larguero» de la Cadena Ser.
El técnico ibicenco, que dirige al Centro Hispano de Maracay, equipo de la Tercera División venezolana, aseguró que la situación es bastante grave tras las elecciones del pasado domingo, en las que ganó Nicolás Maduro bajo acusaciones de fraude. «La noche del domingo, tras el conteo de los votos, parecía que iba a ganar Capriles. La gente ya se empezaba a pasar mensajes en ese sentido e, incluso, algunos chavistas lo reconocieron. Pero, cuando la directora del Consejo Nacional Electoral dio por ganador a Maduro, explotó todo y se produjeron las acusaciones de fraude y los incidentes», afirmó.
Oliver señaló que, desde el sábado, está prácticamente recluido en su casa. «Apenas he salido de casa, aunque he oído como disparaban a la gente y he visto cosas terribles. El país está dividido en dos y, por ejemplo, no puedes hablar de política por la calle porque te puede pasar cualquier cosa. Hay bandas de chavistas, los que aquí llaman malandros, que van en moto disparando incluso con metralletas. Nuestro tercer portero, por ejemplo, recibió un disparo en la pierna, aunque tuvo la suerte de que el móvil desvió el impacto», afirmó.
Por último, el entrenador comentó a José Ramón de la Morena que su intención sigue siendo terminar el contrato con el Centro Hispano de Maracay. «Me quedan dos meses y medio y mi idea es terminar de la mejor forma posible. El proyecto es bueno, porque somos primeros y se está trabajando muy bien, y sería una pena tener que marcharse antes de tiempo por la situación política del país», añadió Oliver.