La Peña defiende esta jornada en casa la ventaja de diez puntos que mantiene sobre el segundo clasificado y su reconocida solvencia como local. Viene el Mercadal (domingo, 12 horas), un equipo de altibajos que cuenta en sus filas con varios ex jugadores del desaparecido Sporting Mahonés y que tienen, por tanto, experiencia en Segunda B. El entrenador peñista Mario Ormaechea desconfía del rival y no le entusiasma el horario. «Es uno de los mejores conjuntos de la categoría y nos planteará muchos problemas», avisa. «Jugar al mediodía, a mi, personalmente, no me gusta, pero no hay más remedio que amoldarse a los horarios como hacen los clubes de Menorca cuando somos nosotros los quienes viajamos a su isla».
Sabe Ormaechea que no es fácil mandar en la Liga con la autoridad que lo está haciendo su equipo y cree que «no se está valorando lo suficiente» lo que hace su conjunto. «No, porque en realidad lo que están haciendo los jugadores esta campaña es tremendo, algo que no está al alcance de todos. En cambio, desde fuera se ve como una cosa normal, y desde luego que no lo es. Es algo digno de elogio, sobre todo porque hemos tenido muchas bajas y los minutos se los han repartido entre un puñado de futbolistas», explica.
En este sentido, el preparador peñista explica que los tres partidos jugados la semana pasada por los suyos están pasando factura en el estado físico de la plantilla. «Estos últimos días nos hemos dedicados a recuperar a los futbolistas más que a entrenar. Llevamos toda la primera vuelta con los mismos jugadores y eso se nota en las piernas», afirma.
Físicamente agotados pero con la moral por las nubes, así es como se sienten los componentes de la Peña Deportiva. Y no es para menos, puesto que cerrar la primera vuelta con una renta de diez puntos sobre el segundo, que es el Formentera, ofrece una ración extra de autoestima a cualquiera. La dinámica ganadora del equipo de Santa Eulària contrasta con la larga lista de ausencias que presenta el equipo a cada jornada. Y la de este fin de semana no iba a ser una excepción, por desgracia. Ausin, Newman y Cruz no serán de la partida, mientras que Carvajal, Da Silva, Aitor y Raúl Gómez arrastran molestias y son duda. En contrapartida, regresan Berto, Pepe Bernal y Ramiro.
«Los jugadores están implicados al máximo y el mérito es todo suyo», explica Ormaechea, que rehúye de cualquier mérito, de las medallas: «El fútbol es de los jugadores como el circo es de los payasos. Tu llevas a los niños al circo y a todos les gusta mucho, sí, pero hasta que no salen los payasos nadie se divierte de verdad. Esto es igual, los artífices son los jugadores y ellos son los que tienen que llevarse los aplausos y el mérito de una primera vuelta increíble».
Precisamente el exceso de euforia es una de las luchas con las que debe lidiar el entrenador en el vestuario. «La dinámica que llevamos es muy buena, eso no lo podemos negar, pero tenemos que ser todos muy conscientes de que aún queda mucho camino p0r delante y que si nos relajamos las cosas pueden cambiar», concluye Ormaechea.