@Noudiari / La Peña Deportiva y el Formentera se juegan este domingo el pase a la tercera y última eliminatoria de ascenso a Segunda División B. Los dos equipos no lo tienen fácil y parten con una ligera desventaja en sus partidos ante Algeciras y Atlético Sanluqueño, respectivamente.
El Formentera, con la única baja de Micaló, recibirá al Sanluqueño con el objetivo de remontar el 1-0 del partido de ida. El equipo de Luis Elcacho debe marcar dos goles para pasar de ronda, aunque la principal preocupación es, por el contrario, no encajar ninguno.
«La primera premisa es que no nos hagan gol, porque ya nos pondría las cosas casi imposibles. Hay que plantear el partido con cabeza y tranquilidad, pensando que un gol puede llegar en cualquier momento. No hay que ser kamikazes, porque el rival tiene mucha tela en la parte de arriba», aseguró Elcacho en los micrófonos de la SER.
El técnico ilerdense contará con toda su artillería -Winde es alta y Brazález está cada vez más recuperado- y con el apoyo de su afición para intentar dar la vuelta a la eliminatoria. «Somos optimistas. El 1-0 no es un resultado que te deje fuera y el equipo cree en sus posibilidades. Además, busca reivindicarse después de la derrota ante la Peña Sport», añade.
Bajas y kilómetros
Por su parte, Mario Ormaechea, entrenador de la Peña, asegura que la suya contra el Algeciras (0-0 en la ida) «es una lucha muy desigual». «La única ventaja que tenemos es la ansiedad que ellos tienen por ascender, mientras que nosotros no tenemos esa presión y, pase lo que pase, hemos hecho un año extraordinario», afirma.
Las desventajas son mucho mayores. En primer lugar, las bajas, con Pau Pomar y Raúl Gómez descartados, y las dudas de Dani Erencia y Rafa de las Heras, con molestias. Borja Pando, por contra, entrará en la convocatoria tras salir de su lesión, aunque no jugará de inicio.
«También está el hándicap de la hora del partido, con unas temperaturas que, a las doce del mediodía, pueden ser de cuarenta grados», señala el técnico de la Peña, que también tiene que afrontar un viaje muy largo, teniendo en cuenta que debe tomar dos vuelos (Ibiza-Barcelona y Barcelona-Málaga) y un autocar desde la capital de la Costa del Sol hasta Algeciras. En total, 1.165 kilómetros.
«En el Nuevo Mirador hay que intentar disfrutar y pasarlo bien, esperando aprovechar una de las oportunidades que tengamos y a ver si sacamos algo positivo, pero teniendo en cuenta que tenemos casi todo en contra», añade el técnico.