@C. V. / Todo a una sola carta. El Portmany y el Puig d’en Valls se juegan este domingo el título de la liga Regional en una última jornada con emoción asegurada y en la que la atención estará centrada en dos escenarios: Municipal de Sant Antoni y Can Cantó (18.30 horas).
El Portmany, el vigente campeón, recibe al Luchador con la obligación de sumar los tres puntos para no tener que depender del resultado del Puig d’en Valls. «Hay que confiar en el equipo, porque a lo largo de toda la temporada hemos demostrado ser los mejores y, si ganamos este domingo, seremos justos vencedores», declara Pepe Arabí, técnico del conjunto de Sant Antoni.
Por su parte, el Puig d’en Valls visita al Ciudad de Ibiza pendiente de un tropiezo del líder. «Si nos agarramos a las estadísticas, de los tres partidos disputados esta temporada entre Portmany y Luchador han empatados dos y, el otro, lo ganó el Portmany. Eso quiere decir que tenemos un 66,3% de probabilidades», asegura Juan Ibáñez, Buti, entrenador del equipo pistacho.
Los dos equipos, por lo tanto, confían en sus posibilidades. «Estamos muy ilusionados y con ganas de cerrar una gran temporada de la mejor forma posible. En esta liguilla ha habido mucha igualdad y quizá hemos dejado escapar más puntos de los necesarios, pero estamos convencidos de que este domingo lograremos la victoria, aunque sabemos que el Luchador no nos lo pondrá fácil», añade Arabí.
«Si ganamos nosotros la competición, no será ninguna sorpresa. Los jugadores, además, se lo merecen, porque llevan dos años peleando por el título y logrando la mejor clasificación para este club. La presión es para ellos, porque nosotros hemos cumplido si acabamos segundos, mientras que, para el Portmany, no lograr el título con el mejor equipo que ha tenido en toda su historia, sería un fracaso», comenta Buti.
El domingo, a partir de las 20.30 horas, se sabrá cuál de los dos equipos gana la partida y se lleva el título. La próxima semana ya tocará pensar en el play off de ascenso a Tercera División, en un sorteo en el que, tanto Portmany como Puig d’en Valls, quieren estar en el bombo.