EFE / Rafa Nadal, número uno del mundo, ha reconnocido que el italiano Simone Bolelli (130) le puso las cosas difíciles, ha apostado por ser «más contundente» en los golpes ante su rival en la segunda ronda de Roland Garros, el argentino Guido Pella (78). Por otro lado, Nadal ha alertado de que la pista central «está más resbaladiza de lo habitual». El mallorquín ha ganado los dos primeros sets 6-3 y 6-4, pero se ha enredado en el tercero, en un largo desempate 7-6 (9).
«Era un set realmente complicado. Había tenido opciones de cerrarlo antes y él ha jugado muy agresivo y yo no tenía la sensación para ir muy agresivo. Era más fácil para él que salía a acatar», ha analizado. El mallorquín ha explicado que hubo «pocas bolas de transición» con la que poder entrar en el ritmo del partido.
Asimismo, se ha quejado de la adherencia de la pista Philippe Chatrier. «Está más resbaladiza de lo habitual. A la hora de arrancar estaba complicado, pero cero excusas. Así es como veo las cosas. Salen piedrecitas de abajo y se ve una capa blanca bajo la arena, y la pista no tiene el agarre que acostumbra tener».
Nadal ha aceptado con estoicismo la lluvia que el lunes forzó a aplazar el encuentro para este martes. «Lo de la lluvia es parte de nuestra vida, los torneos al aire libre están pendientes de estas cosas que pueden suceder», ha apuntado.