@Noudiari / El nombre del abogado que en 2015 quiso arrebatar mediante engaño el control del CD Ibiza a la directiva presidida en aquel momento por Pepe Vidal, Francisco Serrano, ha saltado hoy de nuevo a la palestra por su relación con los responsables del hundimiento del Eldense, club de Segunda División B involucrado e investigado por presunto amaño de partidos.
Según publica AS, la trama del ‘caso Eldense’ salpica al Ibiza de 2015. El rotativo explica que Nobile Capuani, detenido y puesto en libertad con cargos en Elda, ya quiso denunciar en Ibiza a Francisco Serrano, que antes había sido su abogado en el Jumilla y que en la actualidad es el gestor del Palencia, quien negoció su entrada en el Manchego.
Serrano fue el abogado del clan italiano cuando manejaban el Jumilla. La relación se rompió, Salvatore Casapulla y Nobile Capuani se fueron y acabaron en el Eldense. Serrano ascendió y fue nombrado presidente del Jumilla.
Serrano conoció a Alessandro Gaucci, un intermediario italiano que había intentado sin éxito varias operaciones con clubes españoles (Cádiz, Córdoba y Mallorca) y juntos logran un acuerdo para que la familia italiana Anselmi, a través de la empresa ‘Quimera Gold’, se hiciera cargo del Ibiza con el compromiso de desenbolsar 60.000 euros. Era marzo de 2015.
Transcurridos unos días y cuando ya habían puesto 20.000 euros, los Anselmi comenzaron a sospechar de Francisco Serrano, quien quería cambiar el 51 por ciento de los miembros de la directiva, donde lógicamente iban a entrar él y Gaucci.
El ansia de poder de Serrano por hacerse con la toma de decisiones en el Ibiza destapó las poco nítidas intenciones de este abogado, que trató de estafar al presidente del CD Ibiza y a su directiva, tal y como la propia junta explicó en este comunicado.
Mala reputación
La reputación de los que debían ser socios de Serrano en Ibiza puso en alerta a la directiva del club insular. Alessandro Gaucci es hijo del expresidente del Perugia de la Serie A italiana, club que alcanzó fama mundial con la contratación de Al Said Gadafi, vástago del fallecido dictador libio Muamar el Gadafi.
La familia Gaucci salió del Perugia por la puerta de atrás después de casi quince años al frente de la entidad y con “mil causas pendientes”, según recogen diversos medios de comunicación. Eso no frenó a Alessandro, que aprendió rápido y bien a manejarse con soltura en los círculos futbolísticos, y no solo de Italia.
De hecho, en los últimos años ha participado en España en la compra venta frustrada del Córdoba en 2012. Después fue durante casi dos temporadas manager general del Cádiz en representación de la empresa propietaria de la entidad andaluza, la sociedad Sinergy, radicada en la ciudad inglesa de Bristol, e incluso trató de hacerse con el control del RCD Mallorca.
El italiano y su grupo aterrizaron en el Cádiz en verano de 2012 y su gestión siempre estuvo marcada por la polémica. Desde que fue presentado como mánager general prometió inversiones millonarias que nunca llegaron y dejó una importante deuda en la entidad. Incluso, en nombre de unos inversiores desconocidos, negoció en 2014 la compra de un paquete del accionariado del RCD Mallorca que no llegó a fructificar pero que encendió la luz de alarma en la isla vecina debido a sus antecedentes.
Hace dos años
Solo 24 meses después de la traumática salida de Serrano de la órbita del Ibiza, su nombre vuelve a aparecer, esta vez a nivel nacional, relacionado con negocios poco transparentes y bajo sospecha relacionados con el deporte del fútbol. En la Isla todavía se recuerda como trató, mediante subterfugios, de hacerse con la mayoría de votos en la junta directiva del club de la ciudad de Ibiza para tomar el control del mismo.
Los engaños de Serrano en Ibiza no prosperaron, aunque dejaron al club en una situación muy delicada y con una deuda que tardó en liquidar gracias a las aportaciones de diversos empresarios de la isla que salieron al rescate de la entidad. Sin embargo, su carrera en cargos directivos de otros clubes, algunos de los cuales también ha salido por la puerta de atrás, no parece haberse detenido.