La decisión de la Federación de Fútbol de Baleares de suspender todos los partidos que se iban a disputar este fin de semana en apoyo a los árbitros y contra la violencia en los campos impedirá que se celebren unos 720 partidos de fútbol, ha confirmado este sábado el presidente de la territorial balear, Miquel Bestard.
«Hay que intentar parar a los desalmados que agreden a los árbitros y a los padres y madres que insultan. Suspender el fútbol es una medida que todos están apoyando desde distintos estamentos, y me siento feliz de que así sea», declaró Bestard.
La FFIB expresó en un comunicado al anunciar la paralización del fútbol en las Islas «su máxima preocupación con los últimos acontecimientos relacionados con las agresiones a los árbitros» e hizo patente su «enérgica condena a todo tipo de conducta violenta en el deporte.»
Bestard explicó que el comité arbitral harto de las agresiones físicas y verbales que se venían registrando desde hace meses, habían acordado parar en dos categorías (Tercera División y Regional Preferente).
«Yo no estaba de acuerdo», precisó Bestard. «El paro no lo podían hacer solo dos categorías, eso era dividir y no sumar. Era mejor aplazar toda la jornada en fútbol y de fútbol sala (solo se disputarán los encuentros de la División de Honor juvenil y Primera Nacional Femenina, además de los categoría superior a la Tercera)», añadió.
El presidente del fútbol balear también se refirió a la venta de alcohol en los campos, prohibida en la actual legislación: «Hay gente que no lo asume, pero es una materia que le compete al Govern. Sé que hay en marcha dos denuncias y yo me reuniré el 24 de febrero con los alcaldes para pedir la colaboración de los municipios en esa lucha contra el alcohol en los campos. Nosotros, como federación, podemos sancionar a un club, jugadores, árbitros, pero no a un ciudadano. En esta tarea deben colaborar los ayuntamientos, la fuerza pública y la municipal», remarcó.
Bestard explicó, asimismo, que antes de tomar la decisión de parar el fútbol en las Islas, habló con Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y Luis Medina Cantalejo, presidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA).
«Ambos estuvieron de acuerdo con la medida, aunque extrema y nada frecuente, era muy necesaria. He recibido numerosas muestras de solidaridad de los clubes y una gran acogida en los medios de comunicación. Incluso, Medina Cantalejo me dijo que iba a venir para reunirse con los árbitros», señaló Miquel Bestard.
EFE