V. R. / La suerte ha dado la espalda a la Peña Deportiva, que cuando tenía los tres puntos prácticamente en el zurrón ha visto como un gol del Ebro, en el último segundo del partido, le arrebataba un triunfo merecido y que necesitaba como agua de mayo para coger oxígeno en la batalla por la permanencia, 1 a 1.
Esta jornada se ha tenido que conformar con un punto en un partido que le han empatado sobre la bocina, pero antes de eso tuvo ocasiones de sobra para matar el choque y al rival, el Ebro, un conjunto con el que bien podría jugarse la salvación en las últimas jornadas de un torneo en el que debe reaccionar cuanto antes para mantener la llama de la esperanza.
El técnico cree que el equipo está actuando por encima de sus posibilidades en la categoría, pero eso, de momento, no se ha convertido en victorias y ese está siendo su principal quebradero de cabeza. Cuando se acerca el ecuador de la competición, se ha visto que es necesario apuntalar el proyecto para agotar todas las posibilidades de permanencia y ahí es donde el club debe hacer un esfuerzo para reforzar el grupo.
Hablaba el entrenador de la Peña del escaso respeto de los colegiados hacia su equipo al creer que el de esta jornada le había perjudicado por el hecho de alargar en exceso el partido. Tendrán que pelear el entrenador y el club para ganarlo si realmente se sienten perjudicados por el arbitraje, porque hasta la fecha nadie había levantado la voz en este sentido.
De todas formas, ese no parece, desde luego, el principal problema del conjunto peñista en la categoría. Necesita llegar muchas veces a la portería contraria para marcar muy pocos goles y eso le está restando puntos ante rivales frente a los que no ha sido inferior. Este está siendo el verdadero mal de la Peña, que se encuentra a siete puntos de la salvación cuando resta un partido para que acabe la primera vuelta del campeonato.