@Noudiari / La Casa de Huéspedes de Vara de Rey acaba de cumplir 20 y su propietario, Luis Alejo, no ha dejado escapar la ocasión para montar una fiesta con «amigos» y «familia» en Sa Calma, Puerto Deportivo, para celebrar el aniversario de su establecimiento. Además, ha editado un Cd con la música que para él representa la esencia de la isla, sus ritmos y su pausa. El disco (To the room) sigue una corriente funky, con temas locales e internacionales. Todo con el toque de Carmen Insua, la autora, y las directrices del propio Luis.
El negocio que hoy regenta Luis Alejo es muy distinto al que adquirió hace dos décadas y que se inauguró como tal en 1956. Lo compró, lo amplió, lo decoró y lo dotó de personalidad propia y una imagen más acorde a las exigencias del mercado. En este trabajo siempre ha primado la calidad por encima de la cantidad y eso lo han agradecido los clientes, muchos de los cuales repiten estancia a cada año.
Trabaja con parejas, pequeños grupos de amigos y gente sola «que prefiere un entorno urbano» para pasar sus vacaciones. La Casa de Huéspedes se encuentra en el corazón de Vila, en el paseo Vara de Rey, y desde las ventanas y balcones que dan a la Plaza del Parque se aprecia una impagable vista a las murallas y a Dalt Vila, el casco histórico artístico desde donde empezó a crecer la ciudad de Ibiza.
Pulcritud por lujo
«No ofrezco sauna ni jacizzi ni grandes lujos, por eso en las habitaciones priman otros valores como la limpieza y la pulcritud. En la sábanas no queremos ni una arruga. Buscamos el bienestar de los clientes y aunque no tenemos de todo, todo lo que les ofrecemos lo apañamos con el máximo cariño posible», apunta Luis Alejo, que recuerda que los inicios nunca son fáciles.
«Empezar con este negocio no fue cosa de un día. Detrás hay una historia y un trabajo importante. No fue fácil y es justo agradecer la ayuda que me dieron ciertas personas, como mi gestor y un director de una sucursal bancaria de la isla que creyó en mi y en el proyecto y éste pudo salir adelante», dice.
Eso queda lejos en la memoria, pero Luis Alejo no olvida esos primeros pasos de su establecimiento y los recuerda con la correspondencia de quien se muestra agradecido a todos quienes le apoyaron y ayudaron para que pudiera poner en marcha su negocio, que, como a él gusta decir, «lleva ya 20 al servicio de Ibiza y sus gentes». Las habitaciones han crecido, pero no las plazas. «La ley no lo permite, así que en vez de aumentarlas crecimos las habitaciones para hacerlas más cómodas y espaciosas. Todo por el buen gusto de estar a gusto», afirma.
En el encuentro de Sa Calma, «un lugar de amigos para amigos», según lo define Luis, se congregaron decenas de conocidos «de toda la vida» del protagonista de la velada para celebrar «en familia» una fiesta discreta, amena y divertida con el mar y Dalt Vila de telón de fondo de este escenario.
Muy buen hospedaje de Don Luis Alejo en vara de rey lo conoci x medio de otro tucumano mi amigo Pablo Bensasson Prieto.