Jordi Grivé Cardona, cuarto teniente de alcalde y concejal Embellecimiento y Transición Energética de Vila escoge la playa de Talamanca como emplazamiento para hablar de la nueva Ordenanza de Residuos y Limpieza Viaria del Ayuntamiento de Eivissa. Hace unos días vecinos de la zona denunciaban que embarcaciones de recreo, muchas de ellas dedicadas al chárter ilegal de turistas, depositaban en la acera bolsas y más bolsas de basura. Ahora una cámara de seguridad y varios carteles alertan de que quien lo haga será multado y Grivé avanza que ya tienen a varias embarcaciones fichadas por actos similares. Hacer cumplir la nueva ordenanza es su caballo de batalla y tiene claro que lo va a conseguir “por las buenas o por las malas”, en referencia a las sanciones. A ese endurecimiento de medidas se suman otras novedades, como las papeleras compactadoras de basura o las especiales para recoger chicles.
—La limpieza es uno de los caballos de batalla del equipo de gobierno y ha entrado en vigor una nueva ordenanza con más sanciones. ¿Cómo conseguir que Ibiza sea una ciudad limpia?
—Ese fue uno de nuestros compromisos como equipo de gobierno y los vecinos pueden estar seguros de que lo cumpliremos. El ciudadano tiene que entender que la ciudad de Ibiza solo va estar limpia si todos nos implicamos: establecimientos, particulares, negocios… Algunos lo harán de motu propio, bien por conciencia o a raíz de las campañas de divulgación que realizamos continuamente, y otros lo tendrán que hacer obligados, pero lo harán. El ciudadano lo que tiene que percibir es que ha habido un cambio en cuanto a la contundencia en perseguir este tipo de actitudes. Ahora se persiguen y se denuncian.
Las infracciones leves ahora tienen multas más elevadas, de hasta 2.000 euros. Hablamos de no recoger los excrementos de los animales, de no llevar bolsas para las heces o botellas para neutralizar la orina, depositar la basura fuera de horario o fuera del contenedor, tirar chicles o colillas a la vía pública… Se han endurecido también las sanciones más graves, con multas de hasta 100.000 euros, y las muy graves, con hasta 3,5 millones de euros en multas en casos como, por ejemplo, un vertido contaminante con consecuencias para el medio ambiente.
—¿Ibiza va a ser una ciudad limpia por las buenas o por las malas?
— Sin duda. Lo que espero es que sea por las buenas, por la vía informativa y porque la gente lo entienda y se conciencie, pero si no es así, será por la vía de las sanciones, y para ello nos hemos preparado endureciendo la ordenanza. Nadie podrá decir que no hemos avisado, vamos a ser muy contundentes con esto.
—En campaña avanzaron la instalación de un 25 % más de papeleras en la ciudad…
—Sí, a nuestra llegada hicimos un mapa con la ubicación de las papeleras en al ciudad y eso nos permitió detectar más fácilmente las zonas que lo necesitaban más. Ya hemos puesto unas 200 papeleras más en los puntos más necesitados y una novedad más, también hemos instalado cinco papeleras compactadoras solares, que comprimen la basura y avisan cuando están llenas. Nos ha gustado el resultado y vamos a poner diez más. Sobre todo en puntos conflictivos donde hay una acumulación importante de gente. Tienen una capacidad cinco veces superior a una papelera normal y evitan esas imágenes de papeleras rebosantes que ahora tenemos en algunos puntos en plena temporada. Ya tenemos identificados los lugares.
—Han remarcado que las sanciones por infracciones comunes como no retirar excrementos de perro o lanzar una colilla son mucho más altas con la nueva ordenanza.
—Se han tipificado claramente cosas que no estaban claras como llevar la botellita para neutralizar la orina, que es ya una obligatoriedad y antes era una recomendación. Los orines de perro en la ciudad son uno de los grandes quebraderos de cabeza, no solo porque ensucian y huelen mal sino porque son corrosivos y destrozan en el mobiliario, hasta el punto de que obligan a cambiar muchas farolas al año. Acaban corroyendo la base y hay peligro de que se caigan. En Ibiza puede haber 10.000 perros. La mayoría de los propietarios lo hacen bien pero hay un 5% que es incívico y eso supone 500 perros depositando excrementos diariamente, mañana y tarde y sus orines, y eso es muchísimo en un municipio que tiene solo 11 kilómetros cuadrados y 9.000 metros de calles. Ese 5 % tiene un impacto muy importante en la limpieza y en los olores, y sus propietarios tienen que entender que no cumplir tendrá consecuencias.
—¿Cuántos expedientes sancionadores llevan este año?
—Los agentes cívicos están haciendo un grandísimo trabajo, especialmente informativo y disuasorio. En cuanto a sanciones, llevamos 324 expedientes sancionadores hasta agosto referidos a limpieza y residuos en general. El año pasado cerramos con 446, de modo que vamos algo por encima. La mayoría son por basura depositada fuera de contenedores o fuera de horas y también por no recoger excrementos de perros.
—Han incrementado la vigilancia en zonas de contenedores por vertidos de voluminosos fuera de ellos y a deshoras…
—Y lo cierto es que estamos consiguiendo identificar a un alto porcentaje de la gente que lo hace mal, o bien por las cámaras, o bien por testigos, o bien por indicios que encontramos. En Talamanca vamos a sancionar a algunas embarcaciones que han dejado la basura en las calles o fuera de contenedores. En comparación con el histórico que había, es un cambio radical, se ha terminado la impunidad en este sentido, y los infractores ya lo saben. Quizá se puedan librar una vez, pero les acabaremos pillando.
—¿Las cámaras de seguridad junto a contenedores también están siendo persuasivas? ¿Tienen previsto instalar más?
—Dedicadas a contenedores son más de una veintena y vamos a instalar más, algunas dotadas con Inteligencia Artificial para reconocimiento de matrículas que nos ayudarán a identificar a los infractores. Las cámaras son sobre todo disuasorias… todos recordamos el vídeo de unos cristaleros descargando en unos contenedores que reculan al ver la cámara de seguridad y lo vuelven a cargar todo. Las cámaras en la ciudad nos están permitiendo identificar y sancionar a personas incívicas, y eso es un buen paso adelante en este sentido.
—¿Se encuentran con que los infractores son empresarios que descargan residuos fuera de contenedores en cantidades importantes?
—La comunicación es vital y por eso reiteramos la información con los agentes cívicos haciendo rondas, informando. La nueva ordenanza obliga a los grandes productores a registrarse como productor singular para tener sus propios contenedores y no saturar los generales. Es decir, cuando produces más de 250 litros día de cualquier fracción, entonces estás obligado a registrarte. Estamos haciendo una campaña informativa para que las empresas se registren como gran productor a través de la web. De momento no se han registrado muchas, pero es obligatorio hacerlo y aquellas que no lo hagan también serán sancionadas. Sólo si sabemos con antelación quién produce un volumen alto de residuos podremos adecuar el servicio y evitar calles llenas de basura.
—¿Cómo se puede atajar el incivismo en una ciudad con tanto turismo y muchos residentes de paso que no la sienten como propia?
—Es más fácil ensuciar algo que ya está sucio. El gran problema de la suciedad es el incivismo porque la limpieza llama a la limpieza. Tenemos que estar preparados en cuanto a medios y todos, ciudadanos y turistas, han de estar concienciados de que no pueden hacer lo que les dé la gana. Estoy seguro de que en sus ciudades, en sus países, no tienen este tipo de comportamientos. Vamos a seguir trabajando mucho en comunicación y concienciación, pero como decía, también con sanciones. Nosotros, los residentes, debemos ser el ejemplo y los primeros que afeemos una conducta incívica de cualquiera que venga a nuestra ciudad a saltarse las normas.
El incivismo es muy alto pero no queremos demonizar al turista, nosotros también tenemos que cambiar cosas. Como siempre, no son todos, pero un pequeño porcentaje tiene un impacto enorme. Y ese pequeño porcentaje que no cumple la norma como toca, es donde tenemos que poner el foco.
—Una queja que llega a menudo es la suciedad de los aparcamientos disuasorios. Gente que los usa para dejar la basura…
—Son comportamientos que tenemos que parar. Vaciar el cenicero, dejar las bolsas de basura cuando hay contenedores a pocos metros… Se limpian periódicamente pero a veces hay que ir puntualmente si hay algún aviso.
—¿Hacen falta más WC públicos en Ibiza?
—Sí, de hecho lo tenemos en mente, porque la gente los reclama. Cuando ponemos algunos de manera provisional —como hicimos en Vara de Rey por las fiestas— la gente lo valora y está contenta, aunque luego nadie quiere tener uno de estos cerca de su negocio o de su casa. Estamos estudiando las mejores ubicaciones para ello, y sobre todo en un modelo que permita llevar un mantenimiento adecuado de los mismos. De hecho reabrimos varios W.C. públicos que estaban completamente cerrados e inoperativos como los de Sa Graduada, el Paseo Juan Carlos I y el Parque la Paz… pero son antiguos y se averían continuamente. Además habrá nuevas infraestructuras en la ciudad que también irán incorporando baños públicos a disposición de todos, como la reforma del Mercat Vell y el nuevo Mercat Nou, entre otras.
—¿Se está reforzando la limpieza de contenedores o de los aledaños de los contenedores, que se convierten en un foco de olores en verano muy criticados?
—Hay dos camiones lavacontenedores, que cogen el contenedor entero cuando está vacío, lo introducen dentro, lo limpian y lo devuelven. Aparte de las limpiezas manuales con agua y unos desodorizantes especiales que se emplean más en verano. Esta limpieza es regular, pero si que se incrementa en algunas zonas los meses de mayor intensidad de visitantes.
—¿Con la contrata de basuras están conformes?
—Estamos lejos del nivel de limpieza que queremos para la ciudad. Hemos mejorado, pero no estamos contentos para nada en cómo está. Hicimos un plan de choque a nuestra llegada para tratar de revertir lo más escandaloso de la ciudad que nos encontramos, y con gestión hemos conseguido mejorar bastante lo que había (las métricas nos indican eso), pero en absoluto estamos satisfechos. Tenemos un plan a medio y largo plazo y a día de hoy no hemos llegado al objetivo que nosotros queremos. Hay que seguir con ese plan de mejora continua, de exprimir los recursos actuales y optimizar al máximo su gestión para mejorar todo lo posible con lo que tenemos, y a las buenas o a las malas, lo conseguiremos. A partir de ahí en 2026 finaliza la contrata actual y ahí se redimensionará todo y se licitará un nuevo servicio de basuras acorde a las necesidades de la ciudad, y ya adelanto que va a ser ambicioso porque es la herramienta que tendremos para mantener una ciudad limpia. Ahí es donde se define la maquinaria que necesitamos, el personal, las recogidas, los recursos disponibles, y todo ello es lo que al final da como resultado un buen servicio de limpieza y recogida. Y yo creo que ahí será cuando el ciudadano percibirá un mayor cambio porque tendremos por fin una contrata ajustada a las necesidades actuales de la ciudad.
—¿Se responde más rápido a los incidentes relacionados con limpieza?
—Sí, porque básicamante lo que ha mejorado es la gestión. Estamos encima de la contrata permanentemente, se han variado y optimizado rutas, horarios, servicios, tenemos más y mejor maquinaria, hemos habilitado nuevos canales para el ciudadano, hemos reactivado y desbloqueado la Línea Verde, que no se atendía, y además hemos creado lo que se llama la Brigada de Acción Inmediata, con un camión multidisciplinar que está para estas cosas. Y sí que es verdad que se están haciendo muchos cambios internos que todavía no se ven.
—¿Como la optimización de rutas?
—Sí, en lo relativo a frecuencias, horarios, necesidades calle a calle… se ha trabajado mucho, aunque aún hya margen de mejora. Y siempre animamos a la gente a usar la Línea Verde y que nos avisen de cualquier cosa que vean. Ahora está funcionando bien porque antes estaba completamente saturada y no se atendía. Era inútil. Ahora se atiende y hay una persona dedicada a atender las peticiones que entran cada día y a distribuirlas a las áreas o las personas encargadas de solucionar el problema.
—¿También sirve la Línea Verde para el control de plagas?
—Es muy importante dar aviso rápido a la Línea Verde. Cuanto antes se actúa, menos crece la plaga. Es inevitable que haya cucarachas. Pero la verdad es que hemos minimizado el problema y este año ha ido mucho mejor. Es importante coordinar la fumigación con los particulares para hacerlo a la vez y que no ocurra que, fumigando en un lugar, acaben por irse a otro. Si un edificio va a fumigar, que nos avise, y nosotros si es posible apoyaremos desde la vía pública para que el problema no cambie de lugar.
—Hemos visto pegatinas en residuos voluminosos colocados junto a contenedores en las que se advierte de que se va a investigar quién ha sido el autor…
—Si hay un mueble junto a un contenedor y no está autorizado se le pone una pegatina y se trata de averiguar quién lo ha depositado, porque hay que recordar que para dejar voluminosos hay que avisar previamente, ya sea por mail o por teléfono. Puede que sea un una recogida autorizada, pero si no lo es se investigará para tratar de identificar al autor y sancionarle. También hay que recordar que hay una Deixalleria móvil que va por barrios y que está pensada especialmente para recoger residuos como pinturas, baterías y otros residuos peligrosos…
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En que año va a estar limpia. Es por curiosidad. Pero creo que no va a ser posible, porque Vila es mas que Vara de Rey. Teneis los barrios abandonados en limpieza y jardineria, y la policia de barrio que no aparece nunca cuando hay botellones y otrs desmanes. Vais muy mal aunque lo pinteis de colorines.