@L.Aversa/Las Medalles d’Or de la Ciutat d’Eivissa 2015 distinguieron anoche la valentía y la resistencia de dos comercios tradicionales de la Marina, como son la Cistelleria de Can Vinyes y la Capelleria Bonet, y la entrega y dedicación de los maestros mayores de 80 años.
Alrededor de 200 personas se dieron cita pasadas las 21.00 horas en el baluarte Sant Pere de Dalt Vila, que se transformó en el nuevo escenario al aire libre de la entrega de las medallas, un acto que tradicionalmente se celebra en el Claustro del antiguo Ayuntamiento de Ibiza.
El alcalde Rafa Ruiz presidió por primera vez la entrega de la mayor distinción de la ciudad, en el día de la patrona, Santa María, con un discurso en el que se mostró «orgulloso» de los homenajeados de este año: «Dos pequeñas tiendas que nos recuerdan de dónde venimos y quiénes somos, y un colectivo de maestros que suplió con dedicación la falta de medios y la difícil situación política y social que les rodeaba», ha asegurado Ruiz.
El primer edil ha destacado que la Cistelleria de Can Vinyes y la Capelleria Bonet «resisten en el barrio de Marina, a pesar de la fuerte presión turística e inmobiliaria, fieles a sus orígenes, a sus señales de identidad y a los productos que vienen ofreciendo desde hace décadas al vecindario y a los visitantes».
«En cuanto a los maestros y las maestras de más de 80 años, creo sinceramente que hoy hacemos un poco de justicia», ha señalado el primer edil, que ha remarcado que se trata de un colectivo que aunque «desgraciadamente siempre sufre los abusos de poder, de forma callada, desarrolla un trabajo vital para la sociedad».
El trabajo «encomiable» de los maestros
Ruiz ha recordado que se trata de un grupo «con especial presencia de mujeres», otra de las asignaturas pendientes del Ayuntamiento de Ibiza a la hora de hacer reconocimientos, y ha destacado que el trabajo de los maestros de más de 80 años «no pudo ser más difícil»: «No se podían formar en Ibiza, empezaron durante la durísima posguerra, sufrían unas carencias de material hoy impensables, trabajaban en locales austeros y provisionales, alejados de los núcleos de población .Y aún así, hicieron un trabajo encomiable», ha afirmado el primer edil.
La directora del Arxiu Històric d’Eivissa, Fanny Tur, fue la encargada de repasar los méritos por los que se han concedido las medallas a los homenajeados. Sobre los docentes, Tur ha recordado que educaron a los ciudadanos «en tiempos de escuelas unitarias, de aulas con 50 y 60 alumnos, de equipamientos mal dotados y de pagas escasas», y ha remarcado que «una comunidad que respeta a sus maestros y reconoce su valiosa aportación a la sociedad es una comunidad avanzada, más libre y democrática».
«Y si los maestros y los alumnos hacen comunidad, los comercios tradicionales que afortunadamente aún perduran hacen ciudad», ha señalado Tur sobre los otros dos premiados de este año. «Pocas tiendas tradicionales han resistido a la revolución turística, cuando son justamente estos comercios singulares los que ponen un encanto específico a cualquier barrio», ha remarcado Tur, y ha calificado a la Cistelleria de Can Vinyes y la Capelleria Bonet como un «testimonio vivo» de la Marina.
La Medalla de Oro concedida a la Capelleria Bonet fue recogida por una de las nietas de la familia, Virginia Bonet, que lo ha dedicado a la memoria de sus abuelos, Joan y Maria Bonet, así como a su padre Joan Bonet y a su madre Mari Sáez, «que ha ayudado tanto a llevar adelante esta pequeña empresa familiar». También se lo ha dedicado a Lina Ribas «que ha trabajado como un miembro más de la familia Bonet» y ha recordado a sus hermanos que aunque vienen de lejos «nuestro tiempo es el presente y por este motivo debemos continuar adelante con más dedicación que nunca y comprometernos a ser dignos de esta medalla».
«No hay premio mejor que aquel que te dan tus vecinos»
De la Cistelleria de Can Vinyes, uno de los nietos de la familia, Juan Antonio Landauro, fue el encargado de recibir la medalla y de transmitir el agradecimiento de su madre, Vicenta Riera, que por «el mismo motivo que le dan esta medalla, por el paso del tiempo» no pudo asistir al acto. «No hay premio ni reconocimiento meior que aquel que te dan los propios vecinos o la gente de tu ciudad», ha destacado.
Landaura ha señalado que su madre le dijo: «No entiendo que sea agraciada con esta medalla cuando lo único que he hecho ha sido abrir día a día durante los últimos 70 años las puertas de mi tienda. A todas aquellas personas que día a día, con su esfuerzo y sin pretenderlo, han hecho un trocito de la historia de nuestra ciudad, muchas gracias», ha expresado el comerciante.
Por último, el alcalde Rafa Ruiz bajó del escenario para entregar uno a uno los diplomas a los maestros que asistieron a la entrega de la medallas, y que han recibido esta distinción de forma colectiva.
Lidia Gómez Torres fue la encargada de agradecer la medalla concedida a los maestros. En su discurso, Gómez ha felicitado a sus compañeros y ha agradecido al Consistorio por haberse acordado de un colectivo «tan grande» como «los maestros de primera enseñanza».
También es de justicia destacar a la dependienta de toda la vida de la Capelleria Bonet , na Lina Puvil , ya jubilada .