@Noudiari / Lo más importante es encontrar el sitio ideal. Cada uno tiene sus preferencias, aunque sin duda el baluarte de Santa Llúcia, en Dalt Vila, o Sa Calma o Lío, en el Puerto Deportivo Marina Ibiza, son algunos de los lugares preferidos por muchos para ver, de la mejor forma posible y sin perder detalle, los fuegos artificiales de las Festes de la Terra.
Una vez elegido el lugar, hay que armarse de paciencia. Muchos han escogido ese mismo sitio y es difícil encontrar aparcamiento o un espacio libre entre tanta gente. Sin embargo, si lo has conseguido, ya estás preparado para presenciar el espectáculo pirotécnico que, una vez más, fue espectacular.
«Ha empezado un poco flojo, pero después ha ido a mejor» o «todos los años es igual» son algunos comentarios de las personas que hay al lado, las mismas que, durante los fuegos, no podían evitar las exclamaciones de admiración mientras se iluminaba el cielo. «Ha sido increíble», aseguran, por su parte, un grupo de jóvenes inglesas.
Otros, mientras tanto, echan mano de la imaginación o utilizan los fuegos como si se tratara de un test de Rorschach. Así, algunos, según reconocen después, creen haber visto medusas luminosas nadando en un mar oscuro, flores de extrañas formas, cohetes o misiles surcando el cielo, planetas con anillos, soles explotando o constelaciones galácticas y nebulosas. Seguro que hay mil interpretaciones más.
El tiempo también acompañaba al espectáculo. Hacía calor, eso es inevitable, pero el ligero viento que soplaba hacia las doce de la noche contribuyó a que los fuegos de artificio se vieran mejor que otros años, alejando rápidamente el humo de los cohetes y permitiendo una visibilidad casi perfecta.
Tras los últimos chupinazos, después de casi 18 minutos y utilizar 478 kilos de material pirotécnico, que una vez más, tal como ocurre desde el año 2005, se encarga de realizar la empresa valenciana Ricardo Caballer, los espectadores, como manda la tradición, rompieron a aplaudir, acompañados por el sonido de las bocinas de muchas de las embarcaciones amarradas en el puerto de Vila.
Alguien protestaba que se hubiese gastado unos 30.000 euros en un espectáculo tan efímero. No obstante, en el paseo marítimo, con Dalt Vila de fondo, los fuegos artificiales de las Festes de la Terra no pueden tener mejor cartel publicitario. Esto sí es promocionar la marca Ibiza y no todos los Ibiza Shore del mundo.
¿Alguien me puede responder sobre las decenas de miles de euros que ha costado esta monumental oda a quemar dinero?
Llegeix
No estic preguntant quant va costar. Estic preguntant per què es va gastar.
Las fiestas patronales de Mallorca y Menorca molan mucho más que las de aquí, que son un puto tostón