La mejoría experimentada por la UD Ibiza desde la llegada de Lucas Alcaraz al banquillo insular sigue sin tener efecto en los resultados y la clasificación. Ganar al Eibar en Ipurua cuando se jugaba ser líder se antojaba complicado, casi una quimera, para el colista de la Liga, que empieza el año y la segunda vuelta del torneo viendo cómo la salvación se aleja un poco más y pasa de cinco a ocho puntos con cuatro equipos por delante en la clasificación, el más cercano, el Málaga, penúltimo, a cuatro, que pelean por el mismo objetivo.
Aunque queda mucha tela que cortar en el campeonato, cada semana, cada jornada que pasa sin puntuar, el club ibicenco se acerca un paso más al precipicio, al descenso, al adiós del fútbol profesional que jamás antes había tenido presencia en la isla. A todo esto, la UD Ibiza sigue acumulando dígitos que explican su posición en la tabla: es el equipo que más goles recibe, 33, y el que menos marca, 14, junto al Racing de Santander.
El partido no comenzó nada mal para el cuadro ibicenco, que a los tres minutos conectó un remate cabeza por parte de Ekain que estuvo a punto de sorprender a Luca Zidane, que atajó con dificultad abajo junto a su palo izquierdo. La intensidad atacante del Ibiza, sin embargo, no tuvo continuidad.
En parte porque el Eibar empezó a mover el cuero con soltura y precisión y porque en el once visitante hubo jugadores que deberían marcar las diferencias que apenas aparecieron, como Nolito, del que se esperaba mucho y esta ofreciendo muy poco para desgracia de su grupo, que necesita la mejor versión de todos para salir de la complicada situación en la que se encuentra. De lo contrario, la segunda vuelta podría convertirse en una larga agonía para el equipo.
En una de las llegadas más claras del Eibar en todo el partido, en el minuto 33, un tiro repelido por el palo fue recogido en el área pequeña por Stoichkov, que solo tuvo que empujar el cuero a las mallas para poner a los suyos por delante en el marcador y asestar un golpe directo a la maltrecha moral de su rival.
A pesar del mazazo, el bloque de Lucas Alcaraz no se descompuso, mantuvo el tipo lo que quedaba del primer tiempo y después en el segundo, al que regresó son complejos y dispuesto a tutear a uno de los candidatos al ascenso. A pesar de ello, a la UD Ibiza le cuesta un mundo hallar el camino del gol. Si Herrera no tiene el día parece que nadie puedo tomar el relevo en la contribución anotadora y eso es un problema casi insalvable.
Debutó en el equipo insular Kaxe, suplente del Atlético de Baleares que ha cambiado de isla para reivindicarse como futbolista y goleador. Tuvo varias ocasiones, un tímido tiro a la manos del meta y más tarde un remate de cabeza a centro de Ekain que estuvo a punto de dar un susto al meta local, pero poco más. Quiso pero no pudo el Ibiza en una segunda mitad en la que le puso ganas pero le faltaron ideas de medio campo en adelante.