La UD Ibiza ha sumado en casa y ante el Alavés su primer punto de la temporada en la tercera jornada de Liga (1-1). El cuadro insular ha dado una muy buena impresión ante un recién descendido de Primera División al que ha superado durante todo el primer tiempo y buena parte del segundo. Aunque el punto pueda saber a poco en Can Misses, marca el camino, ya que el equipo ha dejado pinceladas de buen juego y ha mostrado de lo que es capaz de ofrecer a poco que esté algo más rodado.
El equipo de Javi Baraja saltó al terreno de juego con ganas de reivindicarse, de demostrar de lo que es capaz y sobre todo de despejar las dudas que pudiera haber generado en las dos primeras jornadas. Con actitud, empeño y carácter, el que le había faltado hasta la fecha, redujo al Alavés a la mínima expresión. Expeditivo atrás, fuerte y preciso en el centro e imaginativo y creativo en ataque, volvió loco a su adversario en los primeros compases del choque.
Así, Darío Poveda pudo marcar a las primeras de cambio, cuando no se había cumplido el minuto cinco, pero su tiro cruzado y a media altura tuvo una mejor respuesta por parte del meta visitante, que desvió el cuero en una intervención de mérito con la que salvaba a su equipo de encajar el primero.
No tardaría el delantero del Ibiza en volver a ser protagonista en el encuentro y en el minuto nueve dejó atrás a su marcador con una maniobra llena de astucia y sin necesidad de tocar el cuero para poner después un centro preciso al costado contrario, el izquierdo, para la incorporación de Suleiman Cámara, que no desaprovechó el caramelo e hizo subir el 1 a 0 al marcador de chut fuerte y colocado a la cepa del palo izquierdo de Sivera.
Al Alavés le costó reaccionar, sacudirse la presión alta del Ibiza y llegar con nitidez a las inmediaciones del área de su rival, que no solo se defendía sino que cuando robaba miraba con verticalidad arriba. De hecho, el bloque visitante no tuvo ni una clara ocasión de gol con la que discutir el partido al cuadro de casa en todo el primer acto.
Sin embargo, las cosas se torcieron para los locales al poco de comenzar la segunda parte, cuando, en el minuto 54, Luis Rioja lograba empatar la contienda con un tiro cruzado ante el que poco o nada pudo hacer el portero del Ibiza. Empezaba un nuevo partido, y había que ver cómo asimilaba el gol el bloque insular, que, lejos de amedrentarse, siguió siendo superior, como lo había sido durante los primeros 45 minutos.
A pesar de llevar la batuta, el Ibiza no conseguía traducir su mejor papel sobre el rectángulo en más goles, y eso avivó al Alavés, que en los últimos 25 minutos dio la vuelta al partido, tomó el timón y puso en apuros a los de casa, que se deshincharon coincidiendo con el cambio por lesión de Appin, que había estado enorme en la medular, tanto de medio campo en adelante como en tareas de contención y recuperación.
En el minuto 80, el colegiado pitó un penalti inexistente a favor del Ibiza, pero el VAR corrigió al árbitro, que tras revisar la acción en la pantalla se desdijo y anuló la pena máxima anteriormente decretada. En los últimos instantes, el conjunto local persiguió con ahínco el tanto de la victoria, pero no tuvo fortuna.
Al final, ninguno de los dos contendientes fue capaz de volver a perforar la portería contraria y hubo reparto de botín, un punto para cada uno que no satisface a ninguno de los dos.