La tierra prometida por Lucas Alcaraz a los fieles de la UD Ibiza se aleja. La salvación se vislumbra cada vez más lejos. Pero que no decaiga el ánimo: queda un fino hilo de esperanza que requiere de toda la fe. Y es que el equipo ibicenco, con la derrota encajada este sábado en el campo del Granada, 2-0, termina una cadena de partidos ante algunos de los mejores conjuntos del torneo (Eibar, Las Palmas y Granada) y llega a una parte del calendario (Cartagena, Lugo, Ponferradina) más llevadera en la que puede y debe invertir la dinámica perdedora y empezar a sumar de tres en tres, sin más dilación. Puede hacerlo, porque ante tres de los grandes de la categoría ha perdido por muy poco en estas tres últimas jornadas.
Sin ir más lejos, hoy, ante el mejor local de la Liga, ha merecido puntuar. También es cierto que ha podido perder por más, pero ha dado la cara y un empate hubiera sido justo. Su juego convence más que nunca desde que empezara la temporada, por más que no lleguen los resultados. Esa es la cruz de Alcaraz, que desde su llegada al banquillo solo ha sumado cuatro de 21 puntos posibles. Juego sí, puntos no. Falta eso, las victorias, y las tres próximas jornadas pueden marcar el devenir del cuadro insular, sea para bien o para mal, con lo que se puede decir que está ante la parte clave y decisiva del campeonato para definir su futuro en el fútbol profesional o decirle adiós, hasta pronto.
La UD Ibiza arrancó el partido de forma impecable. Apretó arriba, generó juego y defendió con orden. Todo correcto. Sin embargo, faltó clarividencia en los metros finales. Y eso fue generando confianza en el rival, que fue de menos a más y con un gol en cada parte dio por finiquitada la visita de un voluntarioso colista que por juego no parece que pueda ser último pero al que le cuesta un mundo ganar, la losa que lastra su trayectoria.
En ambos goles, el bloque insular dio muestras de fragilidad defensiva, su tacón de Aquiles. En el primero, un saque de equina botado por Callejón fue perfectamente rematado dentro del área pequeña por Víctor Díaz, que sorteó la vigilancia de Appin y Ekain para cabecear a la red en el minuto 19. En el otro, obra de Bryan en el 80, la candidez de la zaga insular le permitió que entrara hasta la cocina para batir a Fuzato por bajo. Si no hay contundencia atrás y arriba faltan ideas, es complicado ganar a rivales de la talla del Granada, que aspira a subir a Primera.
Tras el primer gol del encuentro, el Granada pudo ensanchar su renta con un tiro lejano de Puertas repelido por el larguero y después Nolito tuvo la más clara del Ibiza, pero su tiro, tras un reverso que le dejó mano a mano con el meta dentro del área, fue despejado a córner por este último.
El arranque de la segunda parte se vio de nuevo a un Ibiza ambicioso, como el de los primeros minutos del choque, pero no acertó ante puerta en las pocas de las que dispuso y en su afán por ir a por el empate y la falta de solvencia atrás recibió el de la sentencia a poco del final, un golpe demasiado duro para su esfuerzo y que le dejó abatido hasta el final.
Pasado este tramo de montaña ante rivales muy superiores en presupuesto y en todo, al Ibiza y a su técnico les llega una cuesta abajo, lo que podría ser un respiro, en el que deben coger impulso hacia la salvación para evitar el desastre, estrellarse definitivamente y despedirse de la categoría a las primera de cambio de la segunda vuelta del campeonato, un escenario que nadie desea en el club.
- Ficha técnica
2.- Granada: Raúl Fernández; Quini (Ricard, m.58), Rubio, Ignasi Miquel, Carlos Neva; Víctor Díaz, Bodiger (Sergio Ruiz, m.67), Melendo, Alberto Soro (Jorge Molina, m.67), Antonio Puertas (Bryan, m.67) y Callejón (Alberto Perea, m.58).
0.- Ibiza: Fuzato; Joseda, Grillo, Martín, Javi Vázquez; Diop (Morante, m.84), Appin, Cristian Herrera (Kaxe, m.79), Nolito (Suleiman, m.65); Ekain (Julis, m.79) y Bogusz.
Goles: 1-0, m.19: Víctor Díaz. 2-0, m.81: Bryan.
Árbitro: González Esteban (C. Vasco). Mostró cartulina amarilla a los locales Bodiger (m.1), Ricard (m.85) y Bryan (m.86).
Incidencias: Partido correspondiente a la jornada 24 de LaLiga Santander disputado en el Estadio Nuevo Los Cármenes ante 13.856 espectadores.