La UD Ibiza sale de la Romareda más colista de como llegó después de perder por 2 a 1 en un partido que empezó ganando. Lucas Alcaraz no ha podido cortar la hemorragia de su nuevo equipo en su primer encuentro en el banquillo ibicenco, donde ya se han sentado tres entrenadores antes que él y no han podido parar el desplome de un grupo al que no le sale nada.
El primer tanto del partido y con el que el cuadro insular se ha puesto por delante en el marcador ha llegado en un saque de esquina mal defendido y del que Juan Ibiza ha sacado petróleo, introduciendo el cuero con la cabeza en la meta local a la media hora del choque.
A pesar del gol, ninguno de los dos contendientes ha variado un ápice su forma de jugar. El Ibiza ha seguido agazapado atrás esperando una pérdida del rival para lanzar una contra y el Zaragoza ha seguido llevando el peso del partido mediante el control del juego.
La segunda parte ha empezado como terminó la primera, con el grupo insular defendiendo el resultado y el maño buscando el tanto del empate, que ha llegado en el minuto 68, en una segunda jugada tras un córner que Jair ha rematado de cabeza al fondo de las mallas. El tanto ha llegado al poco tiempo de que un ex del Ibiza, Manu Molina, ingresara en el partido para ejercer de brújula de los suyos en el centro del campo.
Si ha habido un equipo que, después del empate, ha buscado de verdad el segundo tanto ese ha sido el Zaragoza, y su fe ha tenido recompensa cuando, en tiempo de descuento, minuto 91, Bermejo ha rematado al fondo de las mallas para desgracia de un Ibiza que ha estado a punto de sumar un punto con una propuesta pobre que, al final, ha sido su condena.
Los números de la UD Ibiza son muy preocupantes y apuntan claramente al descenso. Tras 18 partido, solo ha sido capaz de sumar 12 puntos, es el conjunto de la Liga que más goles recibe, 27, a un promedio de 1,5 por partido, y solo ha sido capaz de marcar 12. A todo esto, la afición ibicenca, ha puesto al director técnico, Miguel Ángel Gómez, en el punto de mira, a quien pitó la pasada semana en casa y a quien pidió la dimisión.
Éste, sin embargo, ya dejó claro que no piensa renunciar al contrato que tiene firmado con la entidad que preside Amadeo Salvo, quien ha confiado a Lucas Alcaraz la difícil tarea de salvar al equipo de la quema desde el banquillo, algo que se antoja harto complicado en vista de la dinámica en la que ha entrado el bloque, incapaz de levantar el vuelo ni de puntuar siquiera en un partido como el de esta jornada, en el que empezó ganando.
Ni la bronca de la directiva a la plantilla, ni el efecto de la llegada de un nuevo entrenador ha tenido reflejo en cuanto a resultados, aunque si es verdad que hoy, al menos, se ha visto un Ibiza que sabía a qué jugaba, a no perder, y si se podía pescar algo en ataque, bienvenido sea. Una propuesta poco atractiva, pero es que, en verdad, el bloque, lamentablemente, no da para más a día de hoy.