La UD Ibiza ha evitado el ridículo tras un mal inicio de partido en el que el Alavés se ha puesto 3 a 0 en los primeros 35 minutos de juego. Cuando parecía que el encuentro apuntaba a goleada, cuando el equipo ibicenco estaba con el agua al cuello, un gol en los últimos compases del primer tiempo y otro en el inicio del segundo acto le ha permitido mantenerse a flote y luchar por salvar al menos uno de los tres puntos en juego, aunque al final ha caído por 4 a 2.
Todo su esfuerzo, sin embargo, ha resultado infructuoso y los tres puntos se han quedado en Mendizorroza. Lo peor de todo es que a estas alturas de torneo y en vista de la situación en la que se encuentra el conjunto de Lucas Alcaraz, colista y a once puntos de la salvación (pueden ser 14 si el Racing gana al Villarreal B a las 21 horas), el hecho de competir y dar la cara pero perder ya no sirve de nada. S
La realidad es que queda una jornada menos y no se ha conseguido recortar diferencias con los rivales de la zona baja de la clasificación, una situación agónica que amenaza con un final de temporada muy duro para una UD Ibiza que no es capaz de ganar a casi nadie y que poco a poco va viendo como se le escapa la categoría porque ni la planificación a principio de temporada ni los cambios realizados en el mercado de invierno han servido para dotar al grupo de cierta consistencia.
Luis Rioja destrozó al Ibiza en la primera parte. Fue el autor de los tres goles de su conjunto en la primera parte, el primero de ellos a los once minutos, el segundo a los 23, en una falta escorada a la derecha en la que evidenció las carencias defensivas de los insulares, que colocaron mal la barrera y el balón se coló por el palo de Fuzato sin que el meta ni Ekain llegaran a desviar el cuero, que se alojó en la red para sorpresa de todos. El tercero de Rioja llegó desde los once metros al engañar al portero del cuadro ibicenco en el lanzamiento de un penalti claro.
A pesar del panorama, un gol de Diop en un lanzamiento lejano que, tras tocar en un rival, acabó en gol en el minuto 41, metió al Ibiza de nuevo en el partido en los últimos instantes. Y un penalti provocado y transformado por Ekain nada más arrancar el segundo tiempo devolvía las posibilidades a la escuadra insular después de que el técnico introdujera nada más y nada menos que cuatro cambios en el descanso.
Le faltaba un gol a los jugadores de Lucas Alcaraz para puntuar en uno de los campos más complicados de la categoría, pero sus opciones se fueron desvaneciendo de forma paulatina hasta que, a falta de seis minutos para el final del tiempo reglamentado, se esfumaron debido a la expulsión por roja directa de Grillo por una dura entrada a un rival. Después, el otro central, Mauro, vio también la roja, dejando a su equipo con nueve ya en tiempo de descuento. Alkain, en el descuento, le dio la puntilla al Ibiza con la consecución del cuarto tanto de su conjunto, que se sitúa segundo y en posición de ascenso directo a Primera.
Al final, todo el esfuerzo cayó en saco roto, puesto que para el Ibiza todo lo que no sea ganar no vale más que para amortiguar la caída, que parece irremediable. El equipo va lanzado al vacío, al descenso. Pende de un hilo al borde del precipicio y la caída y el batacazo es solo cuestión de tiempo, y de eso ya no dudan siquiera los futbolistas, que por mucho que hagan son incapaces de sacar adelante un solo partido.