NouDiari / Medio centenar de pequeños hosteleros de Ibiza, al frente de bares, restaurantes y cafeterías de Vila, se han concentrado esta mañana en el bulevar Abel Matutes para mostrar su preocupación y malestar por las medidas restrictivas en Ibiza, que les condenan «a la ruina y al cierre».
Con mascarillas y respetando las medidas de distancia, algunos hosteleros han apuntado que cierran puertas a partir de mañana, cuando entra en vigor el toque de queda de 22 horas a 6 de la mañana porque sus negocios no son compatibles con esa restricción horaria y tampoco con la prohibición del uso del interior del establecimiento.
Han leído un manifiesto que recoge sus peticiones y protestas, tras semanas de diferentes tipos de restricciones en la ciudad de Ibiza que han ido «hundiendo» sus negocios.
La «puntilla» la ha puesto la orden de que no se puede servir en el interior de los locales y solo en las terrazas (al 50 por ciento de la capacidad). En algunos casos los negocios no tienen terrazas, con lo que no van a poder abrir (salvo para take away) y en otros apuntan a que tienen espacios interiores suficientemente ventilados, por lo que no entienden que no los puedan usar.
Por eso algunos van a cerrar puertas a partir de mañana sábado y a acoger a sus trabajadores a nuevos ERTE, «con el problema de que ahora serán los empresarios quienes asuman el pago de la Seguridad Social», lamentan.
Juan Olmos, de Es Mercat, ha sido uno de los impulsores de la idea de crear una Federación hostelera de pequeños negocios de hostelería, con la que pretenden velar por sus derechos.
Ese es el objetivo último de la concentración, en la que hay empresarios de los barrios de ses Figueretes, sa Capelleta, el Eixample o plaza del Parque, entre otros de la ciudad de Ibiza.
El comunicado con sus argumentos y reclamaciones es este: