Abel Matutes: «Me siento muy querido por los ibicencos»

José Manuel Piña Vives / La jornada empieza muy agitada para Abel Matutes. Antes de las once de la mañana ha presidido ya dos reuniones y sólo media hora después debe salir deprisa hacia el aeropuerto para volar a Madrid, donde le espera una nueva y maratoniana sesión de trabajo. El empresario no ha podido disfrutar aún del verano en Eivisssa. «Sólo he podido salir dos veces en mi barco esta temporada y ya necesito oxigenarme», afirma con su caraterística voz enérgica.

Junto a la dramaturga Pepita Escandell y la fonda Can Costa, Matutes recibirá la Medalla de Oro de la ciudad en una fecha no decidida todavía. El Ayuntamiento, que concede estas distinciones, emitía el miércoles un comunicado en el que anunciaba que el acto de entrega se aplazaba hasta que se produzca la investidura de la nueva alcaldesa, prevista para los próximos días, en fecha posterior a la entrega de las medallas, inicialmente el 5 de agosto.

El empresario y exministro se confiesa «muy honrado, satisfecho y agradecido» por esta distinción. » A lo largo de mi vida he recibido muchas medellas y condecoraciones, pero al ser ésta de mi propia tierra, la alegría sea mucho mayor», admite, obviando la polémica que dividió aún más al equipo municipal por su elección y que al principio le hizo renunciar a la Medalla.

Pese a ello, Abel Matutes asegura sentirse «muy querido» por sus conciudadanos. «Tengo que sentirme así. Cuando en 1979 me presenté como candidato al Senado, obtuve el 80 por ciento de los votos cuando ganó la UCD de Adolfo Suárez y el PSOE quedó como segunda fuerza política en todo el Estado», evoca.

No hay espacio para la nostalgia. Resultados muy parecidos ha obtenido el empresario a lo largo de su dilatada trayectoria política. «En 1994, cuando encabecé la lista del PP nacional a las elecciones europeas, obtuve también muy buena aceptación», comenta sin presunción, pero con la rotundidad de la evidencia.

Apartado desde hace unos años de la política partidista, Matutes no puede evitar pronunciarse sobre Virginia Marí, la próxima alcaldesa de la ciudad que le vio nacer. «Es una muy buena candidata. Estoy seguro de que lo va a hacer muy bien», considera. Reconoce, no obstsnte, que Vila tiene algunos aspectos mejorables en su política municipal y cita como ejemplos la limpieza y la estación de autobuses del CETIS.

«Confío en que el Ayuntamiento y el Consell lleguen cuanto antes a un acuerdo que sea beneficioso para todos, algo que es posible», aconseja quien también fue alcalde de la ciudad a comienzos de los años setenta en lo que fue el pistoletazo de salida de una carrera política que, de momento, llegó  su zénit en el Ministerio de Asuntos Exteriores. Abel Matutes se vio obligado a abandonar el cargo por motivos de salud.

Ahora espera el día en que recibirá su Medalla de Oro «Supongo que será hacia el 10 o 12 de este mes y me parece razonable teniendo en cuenta la situación del Ayuntamiento», concluye.