El presidente de Baleària, Adolfo Utor (Alhucemas, 1961), conoce la naviera desde sus entrañas. Empezó como vendedor de billetes, fue amarrador de barcos, responsable de taquilla, comercial y delegado administrativo en Ibiza. Hasta que en 1990 se convirtió en director general. Su perseverancia e inquietud por la innovación ha marcado las diferencias en esta compañía, que, como él mismo explica en esta entrevista, «nació de la necesidad», y hoy cumple 25 años. También habla del presente y futuro de la empresa, las previsiones de expansión a corto y largo plazo y el control de entrada de vehículos por vía marítima que se plantea el Consell de Ibiza. En este último caso opina que las personas que llegan a las islas «deben tener garantizada la movilidad, por medios públicos y privados. Esto es un elemento esencial de la cadena turística si queremos mantener la calidad de nuestra oferta. Hacer lo contrario es darnos un tiro en el pie».
Todo parece indicar que la temporada 2023 marcará nuevos récords. ¿Qué previsiones manejan para el mercado pitiuso este verano? ¿Prevén aumentos de pasajeros en las líneas entre Ibiza y Formentera y con las demás islas y la Península? ¿Habrá refuerzo de líneas?
Las ventas a futuro arrancaron muy bien respecto al año anterior, por encima del 20% en los cuatro primeros meses; a partir de mayo se ha producido una caída cuyas causas estamos analizando. Hay que considerar que el 2022 fue especialmente bueno y estuvo muy por encima del último año prepandemia. La recuperación del turista internacional, la caída de los precios de los autos de alquiler, y el alto precio de las plazas hoteleras está incidiendo negativamente en la demanda del turismo nacional, nuestro principal mercado. Hay que considerar también que el mercado nacional está optando por otros destinos internacionales que en tiempos de pandemia no contemplaba. Nuestras previsiones actuales nos dicen que el 2023 superará las cifras del 2019 pero quedará ajustado respecto del año 2022, que fue excepcional. La cruzada contra los apartamentos turísticos ha mermado la oferta residencial de las islas influyendo negativamente en la demanda nacional. No obstante, pensamos superar ampliamente nuestra cifra de negocio y esperamos acercarnos al excelente resultado del ejercicio pasado.
Como sabe, cada vez son más las voces que reclaman por dar marcha atrás y tratar de rebajar la carga de personas y coches en temporada alta. El control de entrada de vehículos por vía marítima ya está sobre la mesa por parte del Consell de Ibiza. ¿Qué opina sobre la posibilidad del control de entrada de vehículos
Las personas que llegan a las islas deben tener garantizada la movilidad, por medios públicos y privados, es un elemento esencial de la cadena turística, si queremos mantener la calidad de nuestra oferta, hacer lo contrario es darnos un tiro en el pie. Lo que determina la capacidad de un territorio es la oferta habitacional que en las Islas Baleares se encuentra limitada desde hace tiempo. El pretender compatibilizar la oferta de un turismo de calidad limitando al cliente la capacidad de moverse libremente por el territorio es un grave error. Si alguien quiere que vengan menos turistas el único camino es limitar la oferta hoteles y apartamentos turísticos. Pretender que vengan turistas a hoteles de 5 estrellas con altos precios cercenando su derecho a moverse libremente por el territorio con su propio vehículo o un vehículo de alquiler, con escasez de taxis, y con servicios de transporte público deficitarios, es un ataque directo a la competitividad de nuestra oferta turística.
Como empresa responsable y comprometida con el territorio, sin dejar de dar nuestra opinión, respetamos las decisiones de las administraciones y colaboramos en todo lo necesario con el fin de preservar el valor patrimonial de las islas y su competitividad turística. En este sentido, las medidas que ponen el foco en la sostenibilidad van en línea con nuestra apuesta firme por disponer cada día de una flota más ecoeficiente y que opere con energías más limpias. Ya en su día, la llegada de nuestra serie Eco supuso una reducción de las emisiones respecto a otros buques que operaban entre Ibiza y Formentera, y ahora vamos un paso más con el ferry eléctrico Cap de Barbaria, sin olvidar el innovador fast ferry de gas natural licuado Eleanor Roosevelt, que lleva más de dos años uniendo Ibiza con Dénia y Palma, que se verá reforzado el año que viene con un fast ferry gemelo también de GNL.
La impresión que tenemos muchos residentes (y que confirman los datos de incremento de población) es que cada vez hay más actividad en invierno, especialmente en lo que se refiere a descargas de mercancías en el puerto. ¿De qué manera se ve reflejada esta impresión en las cifras de tonelaje entre octubre y abril?
Hemos recuperado los tráficos previos a la pandemia y vivimos una tendencia al alza en temporada baja en las Pitiusas. Por tipología, el último año el grupaje, la alimentación y los materiales de construcción fueron las mercancías más transportadas en Eivissa, mientras que en Formentera sólo los materiales de construcción ya supusieron cerca de la mitad del total transportado a la isla.
Este año celebran el 25 aniversario de la naviera con unas cifras de récord: más de 4,7 millones de pasajeros, una facturación de 563 millones y ganancias de 67 millones. ¿Cuáles son las claves de estas cifras? ¿Se debe a una recuperación post pandemia o hay más factores implicados?
Los resultados de 2022 se explican principalmente por la reapertura total de fronteras tras la pandemia y unos veranos excepcionales para la demanda nacional que disparó los volúmenes de pasaje, carga y coches en todas las rutas que operamos. Además, cabe destacar el gran despliegue y eficiencia de nuestros equipos comerciales, así como el de toda la compañía.
Las rutas con Baleares mantuvieron una alta ocupación, mientras que la apertura de fronteras con Marruecos y Argelia implicó una elevada demanda durante la OPE, que a su vez influyó positivamente en los tráficos con Ceuta y Melilla. Asimismo, la reactivación de las rutas internacionales permitió que el 19% de los pasajeros de Baleària provinieran de éstas.
Igualmente, se ha realizado una eficiente gestión del gasto y nos adaptamos muy bien a un entorno volátil. Además, pudimos amortiguar el impacto de la inflación gracias a que nos provisionamos con combustible comprado con antelación en el mercado de futuros.
¿Qué porcentaje del total de negocio y pasajeros representa Ibiza y Formentera para Baleària?
Para nosotros Eivissa y Formentera son dos mercados muy importantes, y prueba de ello son las numerosas conexiones y frecuencias regulares que ofrecemos en ambas islas durante todo el año, tanto a nivel interinsular, como con la Península. Desde las Pitiusas ofrecemos seis rutas: desde Eivissa conectamos con la península, Barcelona, València y Dénia, puerto desde el que operamos la única conexión directa de la Península a Formentera; y además realizamos las rutas interinsulares desde Eivissa con Palma y Formentera. Hay que tener en cuenta que varias de estas conexiones las realizamos desde nuestros inicios en 1998. En estos 25 años, hemos transportado más de 20 millones de pasajeros en las conexiones que operamos desde Ibiza, y más de 19 millones de metros lineales de carga. Eivissa y Formentera pueden representar casi el 15 % del volumen total de negocio de Baleària.
Uno de los temas que más reitera usted en comparecencias públicas y entrevistas es el compromiso de la naviera con la lucha contra el cambio climático. ¿De qué manera se concreta ese compromiso?
Nuestro compromiso con la sostenibilidad se concreta principalmente con la inversión continua en una flota cada vez más ecoeficiente, apostando por el uso de energías más limpias y respetuosas con el planeta. En los últimos años, hemos invertido más de 500 millones de euros en una flota de once barcos con motores duales a gas natural, un combustible con el que se reducen significativamente las emisiones de CO2, NOx y se eliminan las emisiones de azufre y las partículas.
Uno de los buques que mejor ejemplifica esta voluntad es el Eleanor Roosevelt, que une Eivissa con Palma y Dénia y que ha sido el primer fast ferry del Mediterráneo en usar esta tecnología. Además, este barco, que incorporamos hace dos años, ha sido todo un éxito, y los pasajeros avalan su comodidad y las innovaciones que incorpora. De hecho, estamos construyendo una segunda unidad mejorada bajo el nombre de Margarita Salas.
Además del gas, también participamos en proyectos relacionados con energías del futuro como el biometano, el hidrógeno verde o los combustibles sintéticos.
¿El coste del GNL les condiciona en este objetivo?
En nuestro sector el peso del combustible en la estructura de costes es muy elevado, y ha pasado de estar entre el 20 y el 25% a superar el 35%. A finales de 2021 debido al coste disparado del precio del GNL, tuvimos que limitar su uso, pero afortunadamente estamos empezando a recuperarlo y este verano toda la flota volverá a consumir GNL
El objetivo para el año 2050 es la descarbonización total. Somos conscientes de que el GNL no lo consigue, pero es un combustible de transición y una alternativa real que nos permite contribuir a bajar las emisiones y estos motores están preparados para consumir biometano, un combustible neutro en emisiones. La sostenibilidad es un eje fundamental del negocio y es uno de los valores de Baleària.
Baleària acaba de incorporar el primer ferry eléctrico de España, el Cap de Barbaria en la ruta Eivissa-Formentera. ¿Es el primero de muchos otros? ¿Cree que el futuro de la navegación será eléctrico o que será un complemento al uso de combustibles?
Si, estamos muy contentos porque desde mediados de mayo opera el Cap de Barbaria en la ruta Eivissa-Formentera con muy buenos resultados tanto de navegación como de operatividad en los diferentes puertos y esperamos dar un servicio excelente tanto a los residentes, como turistas y transporte de mercancías. Además de ser el primer ferry eléctrico de pasaje y carga de España de cero emisiones en estancias y aproximaciones a puerto, también servirá de laboratorio experimental con la preinstalación necesaria para producir energía eléctrica con hidrógeno verde.
La Agenda de la Unión Europa nos marca un calendario estricto de la descarbonización de nuestra actividad, y la carrera por disponer de barcos más ecoeficientes, con reducciones drásticas de emisiones, va a marcar el futuro de las nuevas construcciones. Esto se conseguirá a través de mejoras de eficiencia energética, búsqueda de perfiles operativos óptimos (menores velocidades en navegación y mayor velocidad de operación portuaria), unido a la utilización de combustibles más limpios. El futuro pasa por el uso de biocombustibles y combustibles sintéticos, y en Baleària ya los tenemos en el punto de mira.
Actualmente es presidente y accionista único. ¿Cómo recuerda los inicios de la empresa hace 25 años, con los trabajadores de la ya desaparecida Flebasa? ¿Imaginaba entonces lo que ahora es esta naviera?
Baleària nació de una necesidad. Prácticamente había desaparecido la actividad de la extinta naviera Flebasa, que operaba en Dénia, Palma, Ibiza y Formentera, como consecuencia del concurso de acreedores de su matriz Isnasa, y un grupo de trabajadores decidimos retomar la actividad por la necesidad de salvaguardar nuestros puestos de trabajo.
El presente nos dice que todo salió bien y mereció la pena. La clave estuvo en el gran capital de confianza que atesoramos frente a todos nuestros grupos de interés. Esta lección nos enseñó que la confianza es el principal activo de cualquier empresa u organización, trasmitir confianza, cumplir las expectativas que en nosotros depositan los grupos de interés: los empleados, los proveedores, las entidades bancarias, los clientes. Comenzamos con mucha ilusión, era nuestro proyecto, y con rigor y austeridad sacamos adelante lo que hoy representa Baleària.
Grupo de Empresas Matutes abandonó en 2021 la naviera con la que había fusionado Umafisa en 2004. ¿Cómo valora esa etapa de 18 años? ¿La salida fue por la crisis de la pandemia?
La relación ha sido de total confianza y lealtad durante todos estos años. Compartíamos un modelo de negocio: desarrollar una red de transporte marítimo fiable y de calidad. Hemos tenido una relación fructífera para ambas partes y para la sociedad. La salida fue una decisión del grupo Matutes que nosotros respetamos.
¿Cómo ve el futuro de Baleària dentro de otros 25 años?
Los vivimos con mayor optimismo que este primer cuarto de siglo. Los empresarios somos optimistas por naturaleza. Baleària está en forma y plenitud, somos líderes. Apostamos por la innovación, la digitalización y las nuevas tecnologías, disponemos de los mejores servicios al cliente y equipos especializados. Tenemos por delante todo un horizonte para consolidarnos como la empresa líder en todos los tráficos de interés público, y que nos permitirá expandir nuestra internacionalización, exportando nuestro modelo de negocio al norte de África y en el Caribe. Tenemos un futuro prometedor que vamos a seguir desarrollando con la misma determinación que lo hemos hecho en los primeros 25 años.
Y a más corto o medio plazo ¿por dónde trabajará la expansión de la compañía?
Los planes de expansión pasan por mercados emergentes con potencial para ampliar y desplegar nuestro modelo de negocio de carga, como en el norte de África (Marruecos, Argelia y Túnez) y, especialmente, la oferta mixta de pasajeros y carga rodada en el Caribe, donde se adolece de un sistema de transporte marítimo regular que facilite las conexiones entre las islas y territorios continentales de centro América. Una red de conexiones marítimas esencial para el necesario desarrollo y progreso económico de la zona.
Otro de los aspectos que más se valora es el trabajo de la Fundación Baleària que, por ejemplo, ha permitido a muchos artistas viajar a otras islas y lugares para llevar el arte de Ibiza y Formentera fuera de las Pitiüses. ¿Qué otras acciones llevan a cabo la fundación en Ibiza y Formentera?
La Fundació Baleària es el alma de Baleària, con la que organizamos y promovemos actividades de carácter social, cultural, ambiental y deportivo que fomenten la cohesión social, la sostenibilidad del medio y el fortalecimiento cultural en los territorios donde operamos.
En este sentido, colaboramos con entidades medioambientales para promover la sensibilidad, el cuidado y el respeto por el medio marítimo, su fauna y flora. Por ejemplo, participamos en el traslado de tortugas al centro de recuperación de Palma Aquarium, participamos en la Semana del Mar con colegios ibicencos, la limpieza de playas y la suelta de tortugas, entre otros.
A nivel cultural, hemos propiciado el intercambio cultural de expresiones artísticas con actos y exposiciones propias. Además, facilitamos recurrentemente el trasporte para exposiciones y actuaciones musicales en las islas y la Península de artistas locales.
Por otro lado, también patrocinamos múltiples entidades y competiciones deportivas con el fin de facilitar la movilidad interinsular o con la Península de los jugadores o equipos locales. Asimismo, tenemos convenios de colaboración con clubs náuticos y deportivos y promovemos las islas como destino para la organización de eventos vinculados al deporte.