La plataforma Airbnb, en la que se publicitan miles de viviendas de Ibiza y Formentera, lanzó en agosto de 2020 una prohibición, entonces temporal, para la celebración de fiestas y eventos en sus establecimientos a nivel mundial «hasta nuevo aviso».
La prohibición temporal «ha resultado eficaz», subraya la plataforma, que ahora ha hecho oficial y permanente la prohibición de fiestas.
En 2021, más de 6.600 propietarios fueron suspendidos de Airbnb por intentar violar la prohibición de fiestas, aseguran.
«Históricamente permitíamos que los anfitriones usasen a su mejor criterio y autorizasen fiestas cuando fuese apropiado para su hogar y vecindario. A fines de 2019, endurecimos nuestras medidas para prohibir tanto las fiestas de invitación abierta (es decir, aquellas que se anuncian en las redes sociales) como las casas de fiestas crónicas que se habían convertido en una molestia en los vecindarios», recuerdan.
Subrayan, además, que en Airbnb, creen «que los vecindarios y las comunidades» en las que operan «son tan importantes como los anfitriones y los huéspedes que usan el servicio». Aunque insisten en que la mayoría de anfitriones «comparten sus hogares de manera responsable, al igual que la gran mayoría de los huéspedes son responsables y tratan sus anuncios y vecindarios como si fueran propios», también admiten «disuadir los casos muy raros», dicen, «de anfitriones que no operan de manera responsable y ocupantes de la vivienda que intentan organizar fiestas no autorizadas».
«Cuando llegó la pandemia, muchos bares y discotecas cerraron o restringieron su ocupación, de modo que comenzamos a ver a algunas personas yendo de fiesta a las casas alquiladas, incluso a través de Airbnb», admiten.
Explican que esa realidad no les agradó: «Nos preocupaba tanto por la naturaleza molesta de las fiestas no autorizadas como por el riesgo de que tales reuniones propagasen el virus». «Como tal, anunciamos la prohibición de las fiestas en nuestra comunidad como el mejor interés de la salud pública». Con el tiempo, la prohibición, más allá de una medida sanitaria, se ha convertido en una «política comunitaria fundamental» para «apoyar a anfitriones y sus vecinos».
Afirman que hay una correlación directa entre la implementación de la política de prohibición en agosto de 2020 y una caída interanual del 44 % en la tasa de informes de fiestas en viviendas de la plataforma.
«La prohibición ha sido bien recibida por nuestra comunidad anfitriona y hemos recibido comentarios positivos […] creemos que es el momento adecuado para asentar del todo esa política», añaden.
Cómo funcionará esta nueva prohibición
Las fiestas y eventos molestos seguirán estando prohibidos, incluidas las reuniones con invitación abierta. Las propiedades que funcionan como «party house” seguirán estando estrictamente prohibidas también.
Durante el Covid pusieron una aforo máximo de 16 personas para reuniones de amigos, familia, etc, como una forma de evitar la propagación del virus. Esto lo eliminan. Y explican: «El objetivo es permitir que los anfitriones utilicen de manera responsable el espacio en sus hogares mientras cumplen con nuestra prohibición de fiestas molestas», explican.
La política de prohibiciones continuará incluyendo «consecuencias graves» para los huéspedes que intenten violar estas reglas, que van desde la suspensión de la cuenta hasta la eliminación total de la plataforma.