Por D.V: Informático de profesión, Aitor Morras ejerce también de portavoz de la recién fundada Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Eivissa. Actualmente están inmersos en una campaña de recogida de firmas para reformar la Ley Hipotecaria y, a la vez, asesoran a todos aquellos que estén en peligro de perder su casa.
-¿Cómo ha surgido la iniciativa de establecer en Eivissa una Plataforma de Afectados de la Hipoteca?
-Ya hace meses que organizaciones de este estilo existen en la Península pero daba la impresión de que casos así no existían en las Pitiüses. No es cierto. Hay gente aquí que está perdiendo sus casas pero hasta ahora se dirigían a la plataforma de Mallorca, así que hemos decidido organizarnos.
-¿Cuanta gente agrupáis?
-Contamos con voluntarios, asesores jurídicos y, evidentemente, agrupamos a personas en riesgo de perder su casa. A cada nueva reunión, va llegando más gente. Hay más afectados de lo que parece ya que, en algunos casos, muchos de ellos lo ocultan por pudor. No es fácil ni cómodo vivir una situación así.
-¿Cual es vuestro objetivo directo?
-A nivel más concreto, ayudar a aquellos que puedan perder su casa. A nivel más general, recogemos firmas para reformar la Ley Hipotecaria, lo que nos ha permitido constatar que una gran mayoría de la población es consciente de las injusticias que se están cometiendo. Incluso hay una sentencia del Tribunal de Justicia Europeo que afirma que la Ley Hipotecaria española perjudica claramente al ciudadano.
-¿Confían en la moratoria que ha aprobado el Gobierno para evitar los desahucios?
-Las medidas aprobadas no sirven para nada porque no resuelven los problemas de fondo y sólo beneficiarán a muy pocas familias. Casualmente, la Asociación de Empresas Bancarias redactó una serie de casos en los que se podrían hacer excepciones a la hora de ejecutar hipotecas, y justo esas mismas excepciones fueron las que el gobierno aceptó incluir.
-¿Se redactan las leyes al dictado de los bancos?
-Los barcos perdonan deudas millonarias a los partidos políticos, pero no permiten la dación en pago y se muestran incapaces de comprender el dolor de la gente. Creo que está muy claro.
-¿A nivel local se puede hacer algo?
-Los ayuntamientos, por ejemplo, pueden negarse a trabajar con bancos que ejecuten a vecinos. Es una forma de presión. También se pueden aprobar mociones a favor de la dación en pago, como la que aprobó el ayuntamiento de Santa Eulària.
-¿Se siente optimista?
-Esto va a cambiar porque lo que está pasando está muy obvio y la gente lo ve, se da cuenta. Tarde o temprano, conseguiremos cambiar esta Ley Hipotecaria que es del año 1946, que se ha quedado desfasada y que está en contra de la voluntad y de los intereses de la mayoría de ciudadanos.