Por D.V: Tradicionalmente, el titular de Economía del Consell Insular siempre pasaba desapercibido y sólo daba una rueda de prensa al año para presentar los presupuestos. No obstante, la actual situación de emergencia económica ha provocado que todos los focos recaigan sobre Álex Minchiotti, quien ha adquirido un protagonismo que no le parece agradar. Este economista nacido en Barcelona nos recibe en su despacho de la segunda planta del Consell con un ánimo jovial, aunque su expresión se vuelve seria cuando intenta realizar un balance de su experiencia al frente de la consellería de Economía del Consell Insular d’Eivissa.
A medida que avanza la entrevista, Minchiotti dibuja cifras, flechas, porcentajes y esquemas en una hoja de papel, como si fuera un maestro de matemáticas que me explicara una lección. Afirma que le resulta “imposible” desconectar cuando llega a casa y también se muestra bastante afectado por las críticas que ha recibido por su gestión. No obstante, se muestra seguro del camino emprendido, el único -a su juicio- posible para salvar al Consell Insular de la quiebra económica.
-¿Cómo definiría la situación económica del Consell?
-Tenemos graves problemas para afrontar los pagos. Hay un problema claro de liquidez. El Consell cumple con lo que presupuesta, pero lo que falla es el cobro del dinero necesario para pagar lo que se ha ejecutado. La clave para este año es mejorar la tesorería. El objetivo de 2013 es pagar las deudas a los preveedores. Además, queremos que el Govern balear empiece a concretar un calendario de pagos y que nos deje cerrada la financiación de cara al futuro.
-La última vez que se reunió con el presidente Bauzá y el conseller de Economía Aguiló, sólo se consiguió la vaga promesa de que se saldará la deuda con el Consell cuando “sea posible”. Teniendo en cuenta que las cuentas baleares están “rescatadas”, ¿no es eso un brindis al sol?
-Es que por mucho que nos enfademos, hay una cosa que está clara: las cuentas de Balears, a día de hoy, están supervisadas por Madrid. El Govern no puede hacer frente a los pagos de la deuda y ha acudido al Fondo de Liquidez Autonómico. Dependen de unos fondos que se deben ir desbloqueando desde el Ministerio. A finales de mes, Madrid decide qué fondos envía al Govern, y luego el Govern decide qué nos envía a nosotros. Vivimos en la inmediatez absoluta. No hay calendario, ni horizonte, ni ninguna certeza.
-¿El Consell d’Eivissa no sabe negociar ante Bauzá?
-Es muy fácil hacer demagogia. Un dato: el Govern balear tiene que pagarle 800 millones de euros a los bancos. ¡Eso se come el 30% del presupuesto total! En este 2013 termina la carencia de los préstamos que pidió el gobierno de Antich. Hasta ahora se había gobernado de esta forma: endeudarse y pasarle el muerto al gobierno que venga después. Dadas las circunstancias, desde el Consell, poco podemos hacer. Vamos día a día, mes a mes.
«Necesitamos una nueva Ley de Financiación»
-¿Están las arcas del Consell al límite?
-Mantener el Consell cuesta 2 millones de euros al mes, con eso pagamos nóminas y encendemos la luz. Todos lo fondos que nos ingresen y que superen los 2 millones será pagar proveedores y respirar un poco.
-¿El Consell puede garantizar los servicios que realiza, especialmente en Bienestar Social?
-Lo podemos garantizar porque se trata de personal propio del Consell. Sobre este tema, nadie tiene que preocuparse.
-El presupuesto de este año es muy reducido, se ha quedado casi en los huesos.
-No hemos incluido ningún convenio que no esté firmado porque hemos decidido no adelantar dinero que no tengamos. Tampoco podemos financiar un montón de asuntos que no son competencia nuestra sino del Govern. El gran problema del Consell es que no tiene una financiación adecuada. La Ley de Financiación fue buena en su momento, en el 2002, pero ya no lo es. No se ajusta a la realidad actual, cuando tenemos que asumir muchos gastos destinados a Bienestar Social.
-Reformar la Ley de Financación es la gran asignatura pendiente. ¿El Govern y Bauzá están por la labor?
-Hay un compromiso y hacen lo que pueden. El 1 de enero de 2012, la “deuda histórica” contraída por el Govern hacia el Consell era de 38 millones de euros. A 31 de diciembre era de 31 millones. No han cumplido lo prometido, que era reducir la deuda un 25%, hasta los 28 millones, pero es un paso. Hay otro compromiso del Govern de que se nos abonará 2’5 millones a mediados del mes de enero. El objetivo final es que a finales de 2013 la deuda se reduzca un 25% más. Y por lo que respecta a la ley, tendremos el borrador sobre la mesa a mediados de año.
«Hemos parado máquinas. Sólo podemos pagar facturas»
-La Ley de Estabilidad Presupuestaria les obliga a cerrar las cuentas sin déficit. ¿Es como una espada de Damocles que pende sobre el Consell?
-Madrid aprieta mucho porque, a su vez, Alemania aprieta mucho. La Ley de Estabilidad nos obliga a cerrar el año en equilibrio presupuestario. Si eso no es así, las cosas se pondrán feas: nos obligan a abrir un depósito en el Banco de España y nos lo inmovilizan durante tres meses, nos prohíben pedir créditos, nos impediría pagar a proveedores. A día de hoy lo que nos preocupa es eso: pagar a proveedores, y tienen prioridad los que trabajan con Dependencia. Conseguir este equilibrio presupuestario es nuestro gran propósito, por eso hemos parado máquinas y hemos reducido nuestro presupuesto al máximo. Para el 2013 solo queremos hacer una cosa: pagar facturas.
-Me está dibujando un horizonte muy deprimente.
-Si cerramos el año en equilibrio podemos acceder a créditos. Es muy importante acceder a un crédito ICO, a líneas concretas que pueda facilitar el ministerio. Eso nos daría oxígeno.
-¿Cuánto tarda el Consell en pagar a proveedores?
-Ahora estamos haciendo los pagos de mayo del año pasado. Pero hay otro problema: a partir de enero de 2014 entra en vigor la Ley de Morosidad que obliga a realizar los pagos en 30 días. Tenemos que pasar de un retraso de siete meses a un mes. Es un reto enorme.
-Visto a día de hoy parece imposible.
-Sólo se puede conseguir con un presupuesto extraordinariamente austero y con la colaboración del Govern balear, que debe pagar los gastos derivados de sus competencias y que debe aprobar la Ley de Financiación.
-La ciudadanía no puede entender que existan equipamientos construidos, como la residencia de Sant Antoni, pero que no se pongan en funcionamiento.
-Es una inversión que se está degradando, pero es que no hay dinero. El propósito del Govern en 2013 es financiar al 100% la residencia de Can Raspalls, que ahora está infrautilizada. De la residencia de Sant Antoni quizás hablaremos en 2014, si esta situación se arregla.
«El gobierno anterior nos dejó facturas sin presupuestar por un valor de 3 millones de euros»
-Más allá de criticar la herencia recibida, ¿cree usted que durante la última década, en España, independientemente de si gobernaba el PP o el PSOE, se ha hecho una mala gestión de los fondos públicos?
-Aquí se consideraba que un buen gestor era el que gastaba mucho, y siempre se alababan lo presupuestos “expansivos”. Eso es un error. Lo importante no es gastar mucho, sino ingresar mucho. Se han adquirido hábitos malísimos como el de gastar grandes cantidades que no están presupuestadas.
-¿De qué cantidades estamos hablando?
-Yo he tenido que reconocer facturas que no estaban presupuestadas ni encargadas por un valor de 3 millones de euros. Son las facturas que te encuentras en los cajones: era la forma de gestionar el dinero público del gobierno anterior. Antes era habitual que, al empezar el año, el Consell pidiera una póliza de crédito de 7 millones de euros. Este año, por primera vez, no la hemos pedido. Nuestra obsesión es no gastar lo que no se tiene.
-Los presupuestos de 2013 han sido calificados como “deprimentes”. No hay ninguna inversión nueva. ¿Entiende las críticas?
-Tenemos 12 millones de euros destinados en inversiones para mantener infraestructuras ya existentes: el hipódromo, la escuela de turismo, el recinto ferial -que se encuentra en mal estado-… Sólo tenemos dinero para evitar la degradación de lo que ya tenemos. Es que no podemos crecer, ¡no es posible! Lo único que se construirá son carreteras, como la ampliación de la de Sant Joan, porque son inversiones que se pagan directamente desde Madrid.
-¿El Consell es solvente?
-Si no fuera por la deuda histórica, seríamos solventes. A mediados de año tendremos sobre la mesa el borrador de la nueva Ley de Financiación, y entonces sabremos a qué atenernos. La situación es muy complicada pero debemos ser optimistas.
Fa peneta en Minchioti, però que pensi que sempre li quedarà fer videos explicant com es gestiona el Consell.
Quin desastre d´economia ens ha deixat l´esquerra.
Tanta pregunta superficial i no se li demana com dimonis es pronuncia el seu llinatge?
Pues es pronuncia en italià, com fitipaldi