La entidad ecologistas Amics de la Terra ha mostrado su apoyo este viernes a las reivindicaciones de las asociaciones y vecinos de las zonas afectadas por la planta asfáltica a Sant Rafel, que han denunciado que la instalación ha vuelto a entrar en funcionamiento esta semana a pesar de que se había prometido su desmantelamiento para el pasado 15 de diciembre.
Los ambientalistas han señalado en comunicado que las administraciones locales “tienen la obligación y responsabilidad de velar por la salud pública”, y también de respetar la voluntad de los ciudadanos en “todos los procesos del gobierno”, incluyendo los proyectos y sus instalaciones asociadas, “y sobre todo, cumplir las promesas”,
Desde Amics de la Terra han destacado que las instalaciones nocivas o peligrosas de carácter temporal “no pueden convertirse” en instalaciones permanentes y activas, y que cualquier actuación en la isla, un territorio “tan pequeño” afecta e impacta “a todo el mundo, no solo a los ciudadanos que viven cerca”.
En esta línea, han indicado que los impactos negativos de una planta asfáltica activa “son numerosos” al estar el asfalto de grava e hidrocarburos como el betún, que cuando se calienta, “produce partículas nocivas que causan irritaciones a la mucosa de la garganta y pulmones”.
También es nocivo para el medio ambiente “pudiendo contaminar la tierra y aguas subterráneas», por lo que reclaman que las administraciones locales actúen en defensa de los ciudadanos y el bien común.
EFE