NouDiari / La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui de Ibiza y Formentera y una representación de residentes saharauis en la Isla se ha concentrado hoy en el Paseo Vara de Rey para llamar la atención de la Comunidad Internacional en su conjunto y la ONU en particular para poner fin a las amenazas que se cierne sobre su población tras la ruptura del alto del fuego por parte de del reino de Marruecos.
El Frente Polisario consideró el mes pasado roto el alto el fuego firmado con Marruecos en 1991 y responsabilizó a este país de las consecuencias de su ataque en el paso fronterizo de Guerguerat. El Frente Polisario decretó el estado de guerra en todo el territorio, impuso un toque de queda y subrayó que desde este momento las Fuerzas Armadas saharauis asumen el pleno control de la seguridad nacional.
Según la presidenta de la asociación, Clara Costa, “la Comunidad Internacional no puede dar la espalda a un conflicto susceptible de agravarse. La tensión en la frontera con Mauritania es extrema y en cualquier momento podrían reanudarse las hostilidades. Es necesaria la presencia de observadores internacionales sobre el territorio que aseguren la recuperación de los acuerdos de 1991, obliguen a Marruecos reducir la amenaza y a respetar los márgenes territoriales cedidos al pueblo saharaui”, ha señalado.
En este sentido, Clara Costa ha insistido en la necesidad de que se nombre, cuanto antes, un enviado especial de la ONU para el Sahara Occidental. Según Costa,, “es imprescindible que la ONU designe un encargado para reconducir la situación hacia la paz y abra camino de cara a la celebración del referéndum de autodeterminación, un enviado especial que vuelva a sentar a las partes en una mesa de negociación de la misma manera que lo hizo Horst Köhler en Ginebra antes de su dimisión”.
Por último, ha lamentado las recientes declaraciones del presidente norteamericano saliente Donald Trump en relación a la soberanía del Sáhara Occidental, que la atribuía al reino de Marruecos. Para Costa, “la democracia ha vencido a Donal Trump, un ciudadano americano más que no dispone ya de legitimidad alguna para repartir soberanías a quien no le pertenecen”.