Hacía muchos años que no se celebrada en Ibiza un Fin de Año con tantas discotecas abiertas.
Cuatro salas: DC10 (que sí es habitual en estas fechas), Amnesia, Pachá y Lío han programado fiestas para despedir el año y/o recibir a 2023. Unas fiestas que darán empleo a 600 personas, 500 de ellas de manera directa, con otros 100 puestos de trabajo de manera indirecta.
Así lo indica José Luis Benítez, gerente de Ocio de Ibiza, la patronal de las discotecas de Ibiza, que explica que tras un verano espectacular y tremendamente positivo para el ocio nocturno de la isla, «estas cuatro salas se han animado a abrir para dar una opción de ocio a residentes y visitantes en Fin de Año». «Incluso ha habido aperturas por Halloween» porque había demanda, recuerda, y califica de «genial» que haya opciones de ocio.
Es más, Pachá ya ha colgado el cartel de «todo vendido» en preventa, pero sí que tendrá algunos tickets limitados a la venta en ventanilla.
Los sueldos para el personal contratado estos días «son especiales», de manera que se incentiva a la gente a trabajar en una fecha tan señalada. Algunas de estas personas solo trabajarán el día en cuestión, sirviendo copas o controlando accesos, pero hay muchas otras que tienen contratos de unas tres semanas, especialmente aquellos que se dedican al montaje y mantenimiento. «Llevan ya dos semanas preparando todo el montaje de las fiestas de despedida del año y necesitarán otra semana para desmontar y dejar todo listo para la próxima temporada», explica Benítez.
El gerente relata que muchas más personas vendrían de fuera de la isla para pasar Fin de Año «pero el problema de la conectividad en invierno es evidente». “Los vuelos son pocos y vienen llenos de gente. Además son muy caros. Nos piden alargar la temporada pero es complicado sin vuelos”, subraya.
La mayoría de las 10.000 personas que esperan para este fin de año serán residentes, aunque sí habrá turistas y muchos extranjeros con segunda residencia en Ibiza o que han alquilado casas en la isla para pasar estas fiestas.
«El buen clima de estos días en Ibiza ha animado a personas con segundas residencias a venir a la isla y también a extranjeros que han alquilado casas para entrar en 2023. También hay que contar a muchos jóvenes estudiantes de Ibiza que vienen por fiestas y que tienen esta opción para salir», recuerda Benítez.
El gerente de Ocio de Ibiza subraya que hay comunicación fluida con la Delegación del Gobierno desde octubre, cuando ya se les comunicó que se celebrarían estas fiestas de Fin de Año, aunque remarca que todo indica que serán tranquilas y que no se trata de openings sino de fiestas con una afluencia menor. «No estamos hablando de algo tan grande» , destaca.
¿Podría haber una temporada de discotecas más larga pero la conectividad no lo permite? A esta pregunta Benítez responde que es «muy difícil».
«Las discotecas son empresas muy grandes que mueven a muchísimo personal. Tienes que contactar con los djs con mucho tiempo de antelación, por ejemplo. Este año se ha hecho un esfuerzo muy grande abriendo en el mes de abril y cerrando prácticamente a finales de octubre y eso lo ha notado Ibiza. Encima ha sido un año casi sin problemas: nos hemos dado cuenta de que la gente quería pasárselo bien y divertirse, después de dos años muy complicados, y evitar problemas. A pesar de los grandes aforos de estos locales y de toda la gente que ha venido, no ha habido problemas graves», resume el portavoz del sector.
Con respecto a alargar la temporada, Benítez cree que «Ibiza necesita su descanso porque la temporada es muy intensa». «Si paras unos meses, abres en Navidad y regresas en temporada está bien, es suficiente… Ibiza es mucho más que ocio, pero tiene la gran suerte de tener las mejores discotecas del mundo», reflexiona.
Benítez calcula (a la vista de las previsiones de apertura de los locales de ocio nocturno) que la temporada de 2023 comenzará el último fin de semana de abril y, si todo va bien, acabará como este año, casi a finales de octubre.