EFE / La candidata a la presidencia del Govern, Francina Armegol, ha pedido el apoyo a su investidura para «culminar la modernización» iniciada en la pasada legislatura y ha asegurado que con el nuevo pacto entre el PSIB, Podemos y MÉS «el proyecto está en marcha y se renueva para ser irreversible».
Armengol ha recordado la sesión de investidura de 2015, celebrada el 29 de junio, como el inicio ilusionante de un periodo en el que se han logrado avances como la renta social, las «leyes pioneras» contra el cambio climático y la contaminación y el impuesto a los turistas («herramienta de solidaridad y equilibrio»).
«Hemos protegido más territorio que nunca. Hemos acelerado la moderización de nuestra economía y sectores claves como el turismo, la industria o el comercio. Hemos aumentado la inversión en educación, sanidad y servicios sociales, hasta alcanzar cifras nunca vistas en esta tierra», ha expuesto.
«Todo eso es solo el principio de nuestro proyecto», ha subrayado la jefa del ejecutivo en funciones, para quien el acuerdo programático firmado por el PSIB, Podemos y MÉS per Mallorca contribuirá a la «estabilidad política».
Límite al turismo de excesos
Armengol ha avanzado en su discurso de investidura que impulsará «una estrategia que ponga límite al turismo de excesos» y «fijar un techo que sea sostenible social y económicamente» a la llegada de cruceros.
La líder socialista ha expuesto en su intervención que la modernización y diversificación de la economía balear pasa por «turismo sostenible, economía circular, y nuevas herramientas para sectores tradicionales y emergentes».
En su exposición del primero de los «seis grandes retos» en que ha estructurado su discurso, Armengol ha indicado que es preciso «aprovechar el dinamismo y el liderazgo del turismo para impulsar el resto de sectores» y ha enfatizado que el futuro del sector vacacional «pasa por la calidad de la oferta, por la sostenibilidad en la explotación y por el reparto justo de los beneficios que genera».
La aspirante a la reelección considera preciso «mitigar las incomodidades inherentes a la llegada de millones de personas cada año» y «definir hasta que punto el actual modelo de turismo de cruceros encaja» con los objetivos de Baleares.