@Noudiari /La Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Eivissa (PAH-E) ha logrado frenar temporalmente el desahucio de Pepita Vingut, que el día 18 de este mes iba a ser obligada a abandonar el piso de Sant Antoni en la que vive desde hace 20 años. La entidad financiera, Banco Popular, se ha comprometido a solicitar la suspensión definitiva del lanzamiento y a negociar un alquiler social con la afectada, según informan desde la PAH-E. Pepita Vingut recibió hace unas semanas una notificación del Juzgado advirtiéndole que sería desahuciada. Desde la PAH-E se le aconsejó que solicitara un abogado de oficio para poder tener una defensa en el procedimiento de ejecución hipotecaria.
Un representante legal de la PAH-E ha conocido hoy mismo en el juzgado la suspensión del lanzamiento mientras se resuelve su petición de abogado de oficio y se lo ha comunicado a la afectada. Por otra parte, representantes de la plataforma en la isla han acompañado a Vingut a la sucursal de Sant Antoni del Crèdit Balear, perteneciente al grupo Banco Popular, para presentar un escrito en el que se solicita formalmente la suspensión del lanzamiento por parte de la entidad, la condonación de la deuda si la hubiera y la concesión de un alquiler social para un período de cinco años
Una hora después, un responsable de la entidad se ha puesto en contacto con la PAH para comunicar el compromiso del banco de presentar ante el juzgado la suspensión del lanzamiento y a abrir un proceso de negociación sobre la posibilidad de ofrecer un alquiler social a la afectada.
Desde la Plataforma de Afectados por la Hipoteca de Eivissa han mostrado su satisfacción por el resultado obtenido a través de la presión social ejercida para frenar el desahucio de Vingut. Asimismo, desde la asociación aseguran sentir «una gran alegría» por el hecho de que la mujer que el jueves de la semana próxima iba a ser desahuciada pueda quedarse en su casa y han animado a todas las personas que se encuentren en una situación similar a acudir a la plataforma para recabar información y tratar de detener los procesos judiciales que les amenacen con perder su casa.
Vingut no pudo seguir pagando la hipoteca de su casa, en la que vive sola, cuando las cosas empezaron a irle mal en su negocio, que finalmente cerró puertas víctima de la crisis. Ahora vuelve a tener trabajo como asalariada y asegura estar de nuevo en disposición de hacer frente a las mensualidades correspondientes a su crédito. El banco, en un principio, no quiso escuchar sus peticiones, según ella misma relató a este diario, pero con la ayuda de la PAH-E ha conseguido abrir un proceso de diálogo para alcanzar algún tipo de acuerdo beneficioso para ambas partes y detener en primera instancia la orden de desahucio que tenía que ejecutarse la semana próxima.
Si todos tuviéramos la conciencia colectiva que tienen los ciudadanos de la PAH, este país estaría muchísimo mejor y por supuesto no mandarían los delincuentes que están en el poder.