EFE / Las infraviviendas ubicadas en el asentamiento de Can Raspalls, en el municipio de Sant Josep, han aumentado en relación al principio de verano, pasando de 101 contabilizadas en junio a 154 este martes, según han informado el Ayuntamiento de Sant Josep.
La Policía Local ha hecho un nuevo reconocimiento para «observar y controlar la evolución» del asentamiento chabolista donde se han encontrado 206 camas, por lo que se estima que hay unas 206 personas, ya que se calcula una cama por persona.
A pesar del aumento de las infraviviendas, la estimación de habitantes parece haberse mantenido o incluso reducido, ya que en junio se contabilizaron 214 personas, con una estimación al alza de hasta 300.
Entre las 154 infraviviendas registradas, un 56% son tiendas de campaña y un 43% son chabolas, y algunas parecen ya abandonadas, por lo que se les hará un seguimiento en las próximas semanas.
Entre las 206 personas hay tres menores en seguimiento desde su llegada al asentamiento, que están «en buen estado», y ocho personas que no tienen trabajo.
El consistorio ha señalado que los habitantes proceden en su mayoría del Sáhara y que se han mostrado colaboradores y dialogantes con los agentes excepto cuando les pidieron identificar sus lugares de trabajo. Algunos tenían miedo a ser denunciados aunque los agentes les han explicado que «inicialmente no era ese el motivo» de su presencia en el lugar.
La zona muestra en la actualidad una «mayor degradación y suciedad» y cuenta con puntos donde se hacen hogueras, además de la presencia de bombonas de butano, hornillos, cocinas de gas y baterías para suministro temporal de energía, detalla el informe policial.
Can Raspalls es uno de los mayores asentamientos de la isla de Ibiza, aunque menor que el de Can Rova, desalojado el 31 de julio y donde han llegado a contabilizarse 400 personas viviendo en caravanas, coches, tiendas de campaña y chabolas.
El asentamiento de Sant Josep puede ser, sin embargo, comparable a Can Rova 2, el solar privado contiguo a Can Rova donde se han trasladado entre 150 y 200 personas tras ser desalojadas, según los cálculos del Ayuntamiento de Santa Eulària.
No pasa nada, ahora cuando acabe la temporada se irán de la isla con los bolsillitos llenos y sin haber tenido que gastar ni un duro en Ibiza.
No entiendo que nadie les acoja en sus casas, con las ganas que había hace unos años que hasta en el Consell había una pancarta donde los funcionarios decían «volem acollir».
Yo siento vergüenza ajena de que personas tengan que vivir en esas condiciones para poder comer. Ibiza es un lugar precioso pero no está preparado para que se pueda vivir aquí. Los alquileres son imposibles de pagar y todo más caro que en cualquier lugar de España. Por favor, apoyemos a estas personas que no están viviendo de esta manera por gusto.
La mayoría de estas personas están viviendo así por decisión personal.
Quizás haya algunos que se vean abocados a esa situación por avatares de la vida.
Estos encontrarán salida, o con servicios sociales o de la isla.
Pero la mayoría es por exprimir al máximo Ibiza, para poder largarse con los bolsillos llenos.
A esta gente la isla le importa lo que a la mayoría de nosotros nos importa la reproducción del ornitorrinco.
A ver cuantos quedan en 2 meses.
Me parece un comentario bastante miserable. Me atrevo a asegurar que nadie, ni uno solo, de los que malviven allí lo haría si hubiese podido encontrar una vivienda, o al menos una habitación, a un precio asequible.