Baleares perdió a consecuencia de la pandemia de coronavirus 19,3 millones de turistas durante 2020 y 2021, si se toma como referencia la afluencia de visitantes al archipiélago en 2019.
El sector turístico del conjunto de España sumará entre el final de 2019 y el cierre de este año pérdidas de más de 160.000 millones de euros por el impacto de la covid, que ya empieza a quedar atrás para el turismo nacional, pero no así para otros segmentos como el internacional, donde la recuperación plena no llegará hasta 2023.
Con cifras cerradas de 2020 y 2021 tanto del turismo internacional como de los viajes de los nacionales, las pérdidas suman 155.395 millones de euros, tomando como base la foto fija de cierre de 2019 que da el Instituto Nacional de Estadística (INE) sin actualizar con la inflación.
Si la cuenta se hace en términos del PIB turístico y con los 154.737 millones de euros que figuran en la Cuenta Satélite del Turismo del INE para 2019, las pérdidas se sitúan en 157.942 millones, usando para 2019 y 2020 los datos oficiales del instituto estadístico público y para 2021 y 2022 las proyecciones de Exceltur.
El año 2022 ha empezado con cifras alentadoras, que en esta Semana Santa situarán la ocupación en algunos destinos de sol y playa incluso por encima de 2019 y con una fuerte recuperación del turismo extranjero, sobre todo británicos y alemanes, que están multiplicando por hasta cuarenta el número de llegadas.
Este no será el año de la recuperación plena de los volúmenes prepandemia, coinciden los agentes del sector, pero sí dará un fuerte impulso a los movimientos turísticos para volver a la normalidad entre 2023 y 2025, según los segmentos de actividad. Agencias de viajes, vuelos de largo radio y turismo de negocios serán los más rezagados en este proceso de recuperación.
El total
Entre 2020 y 2021 se ha evaporado de las zonas turísticas españolas casi 120 millones de viajeros extranjeros, a los que habrá que sumar otros 12,5 millones que, según las previsiones del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, dejarán de venir en 2022 respecto de 2019.
Los datos de las encuestas del Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre entradas de turistas extranjeros (Frontur) y el gasto que hicieron (Egatur) reflejan que las caídas más abultadas se dieron entre los turistas británicos, de los que dejaron de venir en los dos años de pandemia 28,6 millones; seguidos de los alemanes (14,7 millones menos) y franceses (12,6 millones menos).
Los estrictos cierres de fronteras del Reino Unido hicieron que el turismo británico -el tradicional primer emisor de viajeros a España, con más de 18 millones en 2019- cediera el puesto a Francia durante esos dos años, por la cercanía y la posibilidad de entrar en coche.
Las comunidades más perjudicadas por este cierre del turismo en 2020 y 2021 fueron las más turísticas: Cataluña, primer receptor, con 19,3 millones de llegadas en 2019, perdió en los dos años de pandemia 29,1 millones; Baleares, que en 2019 había recibido 13,7 millones, se dejó en el camino 19,3 millones, y Canarias, con 13,1 millones anuales antes de la covid, cedió 17,2 millones.
La cuarta comunidad más turística, Andalucía, perdió 17,2 millones de turistas entre 2020 y 2021 (12,1 millones en 2019); la Comunidad Valenciana se dejó 12,5 millones (9,6 millones en 2019), y Madrid, con 7,7 millones de viajeros en 2019, observó un descenso de 11,4 millones.
En gasto, en los dos años de pandemia se dejaron de ingresar 129.268 millones de euros de los turistas extranjeros y 26.127 millones de los nacionales en sus viajes en el interior del país. Las cifras están calculadas considerando como base 2019 sin incorporar ningún crecimiento, ni de la inflación ni del propio gasto.
En el gasto de los nacionales se han incorporado tanto el que hicieron en los viajes por España como la parte de los desplazamientos internacionales que se desembolsa aquí (el de transporte, tanto si se compra de manera individual como si forma parte de un paquete turístico), que suele ser entre el 25 % y el 29 % del total, según los técnicos del INE.
Record
Los números actuales están lejos de los récords de 2019, cuando llegaron a España 83,5 millones de turistas internacionales que gastaron 91.911 millones.
En 2020 se volvió a marcar otro récord, pero esta vez el peor de la historia reciente: apenas entraron 19 millones de turistas internacionales que gastaron 19.787 millones de euros.
Las cifras de 2021 mejoraron algo sobre esos niveles, pero siguen muy lejos de lo que el sector en su conjunto necesita, porque llegaron 31,18 millones que se dejaron en España 34.903 millones de euros. El turismo vive, básicamente de los extranjeros, que representan en torno a dos tercios de la actividad.
Por tanto, la suma de los dos años de pandemia arroja un saldo pobre: 55.000 millones de euros de caja frente a más de 180.000 que se hubieran ingresado si la covid no hubiera parado el mundo. Es decir, 125.000 millones que dejaron de entrar en las cajas de líneas aéreas, hoteleros, restauradores, empresarios del ocio, museos… de los turistas internacionales.
A estas cifras hay que sumar el descenso del turismo nacional, que aunque ha evolucionado mucho mejor que el extranjero, tampoco ha alcanzado los volúmenes de 2019, hito que el sector calcula que se podría conseguir este mismo año.
La encuesta de turismo de residentes (Familitur) del INE refleja que en 2021 los españoles hicieron 143 millones de viajes en los que gastaron 32.521 millones de euros, por encima de las cifras de 2020 (101 millones de viajes y 21.135 millones de euros).
En 2019 los españoles habían hecho 194 millones de viajes (174 millones de ellos nacionales) con un gasto de 48.065 millones de euros (32.014 millones de los nacionales).
El resultado es que entre 2020 y 2021 los españoles habrán gastado en viajes 42.474 millones menos de lo que hubieran hecho sin las restricciones a los movimientos de turistas impuestas en todo el mundo, y de ellos casi la mitad corresponden a viajes nacionales.
Los viajes internacionales no llegaban en 2019 ni al 10 %, cifra que bajó al entorno del 5 % en 2021, porque las restricciones a la entrada en países extranjeros y la incertidumbre empujaron a los españoles a pasar sus vacaciones más cerca de casa.
EFE