EFE / El Banco de España ha destacado hoy que la «notable desaceleración» en las llegadas de turistas extranjeros se ha acentuado según avanza el año y ha alertado que de seguir esta tendencia en los próximos meses, 2018 podría ser el primer año desde 2009 en que el crecimiento del turismo sea inferior al del PIB.
En su informe trimestral de la economía española, el organismo ha destacado que frente a los crecimientos del 8,7 % y el 12,4 %, respectivamente, en las llegadas de turistas y el gasto efectuado por ellos en España registrados en 2017, entre enero y julio de 2018 estos indicadores han experimentado «una notable desaceleración» al aumentar «tan solo» un 0,3 % y un 3 % interanual.
Esta tónica de ralentización «se ha acentuado en los meses más recientes», como demuestra el hecho de que en julio, las entradas de turistas extranjeros disminuyeron un 4,9 % en términos interanuales, añade el Banco de España.
«Una eventual prolongación de las tendencias más recientes en los próximos meses podría conducir a que 2018 fuera el primer año desde 2009 en que el crecimiento de la actividad turística en España sea inferior al del PIB», ha advertido el organismo.
Al analizar los factores que contribuyen a esa desaceleración, el Banco de España ha destacado «la progresiva normalización de la situación geopolítica en los destinos competidores» de la cuenca del Mediterráneo, tales como Turquía o el Norte de África.
«La disminución de las llegadas a España de turistas procedentes de los principales países de origen europeos ha discurrido en paralelo a una recuperación significativa de los flujos que tienen, en particular, como destino a Turquía», señala el informe.
En concreto, destaca que los descensos interanuales entre enero y julio de las entradas en España de turistas alemanes, británicos y franceses, del 5,8%, 2,8% y 1,7%, respectivamente, «se contraponen a los aumentos del 20,5 %,37 % y 24,1% de las llegadas a Turquía procedentes de cada uno de esos tres países».
Ese clima de inseguridad en algunas regiones competidoras fue, previsiblemente, «una causa fundamental» del excepcional comportamiento del turismo en 2016-2017, precisa el informe.
La ralentización de las entradas de turistas ha sido «algo más intensa» que la del gasto medio por turista, lo que parece sugerir que el segmento de bajo coste habría sufrido un debilitamiento relativo frente a las modalidades de precios más elevados y que «la recuperación de otros destinos mediterráneos ha recaído principalmente sobre las variedades más baratas de la actividad turística», añade el informe.
El Banco de España ha apuntado que la tendencia a crecimientos más elevados del gasto medio por turista «ha venido observándose ya a lo largo del último decenio».
A su juicio, «estos indicios de cierta evolución hacia un turismo de mayor calidad» podrían formar parte de la respuesta de los empresarios hoteleros ante la saturación en algunos destinos de costa y algunos fenómenos como la emergencia de plataformas digitales de economía colaborativa que compiten por los turistas cuya demanda es más sensible a los precios.
En el informe, el Banco de España recuerda que la actividad turística ocupa un lugar muy destacado entre las industrias del país y constituye un importante soporte del superávit exterior, por lo que ha abogado por «una continua adaptación a las tendencias del mercado» orientada «a mejorar la oferta de servicios de alto valor añadido».
La participación en el PIB de las exportaciones turísticas asciende, en términos nominales, a un 4 %, en tanto que el superávit de servicios de turismo se ha estabilizado en el 2,9 % del PIB, según los datos del organismo.