EFE / El conseller Modelo Económico, Turismo y Trabajo, Iago Negueruela, ha anunciado este jueves que los bares, restaurantes y cafeterías de Baleares deberán identificar a los comensales que consuman en el interior de estos locales.
El registro se deberá guardar durante 30 días para facilitar el rastreo en caso de que se produzca un brote de coronavirus.
El conseller socialista y la presidenta del Govern balear, Francina Armengol, se han reunido este jueves en el Consolat de Mar con representantes de patronales del sector de la restauración y sindicatos de las islas para acordar nuevas medidas para mantener la actividad de este sector.
La semana que viene decretarán las fechas concretas de implantación de estas medidas.
Negueruela ha señalado que será obligatorio que los establecimientos instalen medidores de partículas de CO2 en el interior y que esta medición sea accesible a los consumidores, que podrán ver el nivel estas partículas concentradas en espacios cerrados, cuya medida será obligatoria para ver si la ventilación es suficiente.
Ha alegado que se trata de dar mayor seguridad a los clientes, empleados y empresarios y que, de esta manera, se podrá analizar si estos espacios cuentan con la ventilación natural adecuada o si estos recintos deben instalar purificadores de aire, máquinas cuyo coste puede ser de hasta 2.000 euros, según el conseller.
El conseller ha anunciado que el Govern, la semana que viene, negociará con las patronales y sindicatos la partida que el ejecutivo autonómico destinará en una línea de ayudas para los establecimientos que necesiten una inyección económica para adquirir esta maquinaria y velar por la ventilación adecuada en espacios cerrados.