La noticia de la apertura de un expediente de cierre por parte del Ayuntamiento de Sant Josep contra el emblemático bar y colmado de carretera Can Jordi Blues Station, conocido por su actividad musical y actividades culturales (hoy mismo inauguran una exposición sobre el 25N) provocó una oleada de estupor en la isla de Ibiza e incluso fuera de las fronteras isleñas por parte de músicos, público y clientes de este local.
Sin embargo, tras una reunión ayer martes entre la propiedad y el alcalde, el futuro del local parece garantizado. El propio alcalde de Sant Josep, Vicent Roig, ha afirmado en redes sociales: «Juntos trabajaremos para daros una solución definitiva a una situación de incertidumbre que vosotros y los vecinos lleváis sufriendo demasiados años. Salud y fuerza», como respuesta a un mensaje en el que Can Jordi apuntaba: «Hoy [por ayer] hemos ido a una reunión con el alcalde de nuestro pueblo. Los problemas son documentales. Pasan los años y hay que actualizarlo… Pero buscaremos la manera de solucionarlo. Lo que nunca haremos será cambiar. Por tanto, seguiremos trabajando y haciendo lo que os gusta».
La noticia de la apertura del expediente de cierre, avanzada por Diario de Ibiza el fin de semana, explicaba que se había abierto un proceso administrativo contra el local al no contar con licencia habilitante de actividad para el bar y la terraza. Además, tras una inspección en julio pasado que alertaba de presencia de vehículos estacionados de manera irregular y de riesgo grave para las personas al encontrarse junto a la carretera, se le imponía una multa por infracción grave.
Can Jordi, por su parte, relataba que no había recibido notificación oficial alguna al respecto y que se había enterado por la prensa, por lo que continuaría funcionando con normalidad como así ha sido.
Mientras se busca una solución para el local, Medalla de Oro del Consell de Ibiza y establecimiento Emblemático por el Govern balear, lo cierto es que la noticia ha provocado una oleada de rechazo, manifestada en redes sociales por músicos, grupos, clientela y simpatizantes que incluso cambiaron su fotografía de perfil por el logotipo de Can Jordi en señal de solidaridad e inundaron las redes sociales con fotografías de actuaciones propias y ajenas, fotos de la familia de Can Jordi incluida en el libro de la historia del local, y desbordaron Instagram de stories rechazando el cierre de uno de los pocos locales singulares, populares y en los que sobrevive la música en directo en Ibiza.
A ver…no es que haya un movimiento para cerrar este local emblemático…o una venganza, cruzada o similar…es que es ilegal. Está en suelo rústico, en APT carreteras y es peligroso por la cantidad de gente y vehículos que van al bar. Incumple TODA la ley de carreteras, además de generar situaciones peligrosas en cuanto al tráfico de vehículos. El consell es consciente…y el ayuntamiento ha hecho vista gorda hasta que no ha podido. ¿Soluciones? pues qué alquilen alguna parcela vecina para aparcamiento vehículos…que terraza vaya detrás…etc. Y por supuesto que tengan la correspondiente licencia de actividad, etc. Las leyes son para todos, sean emblemáticos, super chachis o lo que sea. Lo mismito que las Dalias…ha tenido que cumplir con toda la normativa existente e intentar regularizar su actividad…declaración de interés general si hace falta…lo mismo debe hacer Can Jordi.