Son casi las nueve de la mañana y en la radio suena I’m still standing (Sigo en pie), de Elton John. Una banda sonora que no podía ser más acertada para las casi 300 personas que han acudido en apoyo de los propietarios e inquilinos del edificio A de los Don Pepe, un complejo que según informes del Ayuntamiento de Sant Josep está en ruina y debe ser desalojado de inmediato para demolerlo. Los vecinos se niegan y aseguran que no se irán sin una orden judicial. Siguen en pie.
Hoy expiraba el plazo de 72 horas que les dio el Consistorio para salir de sus viviendas pero nadie lo va a hacer. Los vecinos insisten en que es posible rehabilitar el inmueble y presentarán ante el juzgado una medida cautelar para frenar el desalojo.
La fachada del edificio está llena de pancartas que claman por «justicia», por «un futuro» y hasta por sus mascotas. Detrás de las pancartas, asomados en las ventanas, están los vecinos afectados. Serios, preocupados. En la explanada que lo rodea los amigos, familiares y simpatizantes de la causa hacen corrillos y hablan entre ellos con el ceño fruncido. Están «dispuestos a todo» pero no quieren que medie la violencia. Todos pendientes de que llegue la Policía, la Guardia Civil, asistentes sociales, alguien del equipo de gobierno… Así se lo habían anunciado, pero no sucede nada durante las primeras horas de la mañana.
«Esto es un drama social como nunca se había visto en Ibiza», resume Silvia Hernández, portavoz de los vecinos afectados, unos 80, afirma.
Relata que todo ha sido un cúmulo de despropósitos, empezando porque tuvieron noticia del desalojo a través de la prensa. «El ayuntamiento presentó a nuestro abogado una oferta para la compra del edificio de 1,9 millones de euros que supondría unos 20.000 euros por vecino a cambio de marcharnos. La intención es echar el edificio abajo porque dicen que tenemos una ruina», resume Hernández.
«Nosotros nos negamos en redondo. Venimos luchando este tema desde el primer desalojo de la escalera 1 y 2 (en junio del año pasado tras un derrumbe) cuando presentamos en la sala de lo contencioso del TSJB un anuncio de demanda contra el desalojo de la escalera 1 y 2 y una cautelarísima para el realojo de los vecinos hasta que se haga la obra». relata.
«La sala del TSJ nos lo aprobó, mientras que el Ayuntamiento lo suspendió porque puso un recurso. Ese auto no se podía suspender y nuestro abogado ha presentado diferentes escritos solicitando que hagan efectivo el realojo. Desde ese momento nuestro equipo de arquitectos, formado por tres profesionales (una de ellas doctora en arquitectura y especialista en rehabilitación de edificios), ha visitado todas las viviendas de ambos bloques y han hecho informes de todos ellos para presentarlos. Estos edificios ni se caen ni están en ruina. Lo único que pasa con estos edificios es que necesitan una rehabilitación que tampoco es tan costosa, como dice el señor alcalde. No sabemos de dónde se han sacado esas cifras porque no hay un proyecto que avale esa cantidad de cuatro millones que dijo una vez», lamenta la portavoz.
No les preocupa en absoluto que se caiga el edificio con las familias dentro: «Nosotros estamos perfectamente tranquilos porque nuestras casas son perfectamente habitables y el exterior no refleja el interior.»
Con respecto al pago de 1,9 millones a los vecinos, lo tienen todavía más claro: «No estamos de acuerdo con la oferta que nos han hecho, nos parece una cantidad insuficiente y además insultante. No estamos de acuerdo con los desalojos, no estamos de acuerdo con la declaración de ruina y todo eso se está luchando donde se tiene que luchar», subraya.
Los vecinos aplauden el gran apoyo que están recibiendo por parte de la sociedad ibicenca: «Esta concentración obedece a la unión de los vecinos que nos hemos organizado y hemos reventado las redes sociales, desde Facebook a Twitter o Instagram. La gente ha respondido porque cualquiera que tenga un poco de cordura sabe que esto es un despropósito», añade. También están reuniendo firmas a través de Change.org. Acaban de activar la campaña y casi han llegado a 1.000 firmas a las 11 horas de hoy lunes.
«Van a desalojar a unas 80 personas y entre ellas bebés, niños, mayores, personas con discapacidad y gravemente enfermas. Las quieren echar, darles un realojamiento provisional y luego que se busquen la vida en pleno agosto pagando alquileres y pagando su hipoteca. Sería la ruina económica y familiar de todas estas personas», concluye Hernández que advierte que incluso hay vecinos que ni están notificados.
2 edificios, 1 licencia. Estado de ruinas, rehabilitar desde los cimientos, no parches. En pleno parque natural, pelotazo urbanístico, el ayuntamiento se hace cargo de gastos que debe pagar el edificio pero lo asumimos los josepins.
Por supuesto no quita el drama social, pero 1,9 M a repartir entre los afectados más otros tantos millones que asume ayuntamiento para demoler (no se puede construir nada allí después), terreno no edificable valor cero, largo etc. Los que deben estar más cabreados son los que hace 3 años o 5 compraron un apartamento allí y o el dueño anterior no dijo ni mu porque todos hasta los que vivimos en mig d’es camp sabíamos que hace años estaba declarado que si pasaba algo terminaría así o peor.
El edificio Barceló en Casas Baratas fue peor, cayó a pique y cero indemnización. Sigue en el juzgado.
Si fuera un hotel construido ilegalmente tendría un pase. Pero en Ibiza no hacen falta viviendas y menos en primera linea de playa.