No es raro ver en redes sociales vídeos que comparan la fiesta de Ibiza de hace años con la de hoy en día, leer artículos que hablan de la ‘muerte de Ibiza’ o escuchar podcast que analizan si la isla ha perdido su encanto a golpe de precios prohibitivos, mesas VIP, reservados y móviles invadiendo las pistas de las discotecas, «donde cada vez menos gente baila».
Hablamos de ello y de muchas cosas más con Christian Len, que preside desde noviembre de 2022 la asociación de disc-jockeys locales DIPEF (Asociación DJ’s i Productors d’Eivissa i Formentera) nacida en 2021. Actualmente tienen un centenar de asociados y no pocas dificultades para lograr que las administraciones se impliquen en las actividades formativas que proponen. Creen que es por la estigmatización de la profesión que siguen sufriendo. En estos más de tres años han trabajado en una hoja de ruta, que incluye propuestas de docencia, formación y profesionalización de la industria, pero necesitan “más apoyo” institucional, más «colaboración con Ocio de Ibiza» y avanzar en un oficio en el que la mayoría son “obreros” y no superstar djs, matiza Christian Len.
No se puede negar que hay un runrún que apunta a que Ibiza ha perdido su espíritu. Con una oferta cada vez más orientada al postureo y al visitante del sector del lujo, ¿están funcionando bien las discotecas?
Los clubes están funcionando al nivel del año pasado o incluso mejor. Pachá está funcionando mejor. Para Marco Carola hay una auténtica locura con las mesas VIP. Cova Santa, que se puso de moda a partir de 2015, está haciendo récords. Amnesia también está funcionando muy bien… Depende del día y de la fiesta, pero, en general, los clubs están funcionando. Y una cosa muy importante: No se puede estar subiendo siempre. Es imposible estar creciendo en cifras de gente y facturación cada año.
Pero la pregunta es: ¿Qué ambiente hay? ¿La gente baila, disfruta, vive la fiesta o está alimentando al postureo en redes sociales?
Evidentemente las pistas han cambiado desde el momento en que empezamos a utilizar masivamente los smartphones y las redes sociales. La gente está mucho más pendiente del teléfono. Es el signo de los tiempos.
¿Qué piensan, entonces, de la política de algunos djs o fiestas de prohibir los móviles en la pista?
Nos parece bien si se hace para recuperar lo que tiene que ser un club: bailar, concentrarte en la música, sentirla… Un móvil te saca de ese viaje interno y colectivo. Lo de poner las pegatinas en las cámaras de los móviles yo lo veo bien, siempre y cuando no se utilice como un pretexto de marketing, porque entonces estás engañando a la gente.
¿Qué quiere decir con eso?
Que se está utilizando para jactarse de hacer fiestas como antaño, y en muchas ocasiones es una cuestión de marketing. Yo nunca le voy a decir a la gente que tiene que hacer con su móvil, si lo puede utilizar o no.
El famoso dj Bob Sinclar ha subido a redes esta semana un vídeo en el que directamente dice: ¡Dejen de usar móviles en la pista!, y lo ha hecho después de un bolo del que salió frustrado porque la gente estaba congelada en la pista, grabando con el móvil.
Cuando lo que hemos hecho ha sido convertir al disc jockey en una superestrella en el centro de todo, en un espectáculo con unos visuales detrás increíbles; en un rockstar que atrae las miradas con su propio lenguaje corporal… conseguimos que la gente baile menos y esté más pendiente del estímulo y de grabar. ¿Estamos alimentando una cosa y ahora la queremos parar? ¡Pues no la alimentéis, amigos! ¿Ahora hay que subirse a la ola del ‘no móviles’, porque es lo que toca decir, cuando tú mismo has creado al monstruo?
Precisamente se han hecho virales los vídeos de los visuales de la fiesta Afterlife, con toda la pista encendida de teléfonos. Y la gente compara esta fiesta con imágenes de la antigua Ibiza, de hace 15 años, con las pistas con gente a tope, bailando.
Claro, si tienes esos visuales tan espectaculares, como los de Eric Pritz, por ejemplo, la gente va a hacer fotos. No hay pista: la gente está pendiente de lo que pasa.
¿Apostaría por un dj más discreto, para que la pista vuelva a ser lo central?
Esto es una opinión personal. Uno tiene que ser coherente. Sí, para mí eso sería lo ideal, pero no siempre se puede. Yo siempre voy a abogar porque el disc jockey haga mover a una pista y que la protagonista sea la gente. Pero, para conseguir todo el volumen de mercado que tenemos en Ibiza, necesitamos a un público que no solo baile. Gente que no suele ir a clubs pero que viene a Ibiza y lo que quiere es ver es un espectáculo. Esa gente no sabe ni bailar y no lo digo despectivamente. Viene a otra cosa: Fuegos artificiales, gran escenario, mega visuales…
¿Quien paga una mesa VIP exige eso?
Partimos de la base de que alguien que está en una mesa VIP no está en la pista.
Claro, pero cada vez ocupan más espacio estas zonas de reservados…
Sí. ¿Qué sucede en una pista? Hay un movimiento, se genera una energía y ahí es donde se genera ese sentimiento de comunidad, esa magia, esa cosa bonita que pasa en la pista. El que está en el VIP no participa de esa energía directamente, pero necesita de esa energía para que la fiesta sea guay. Lo que me parece preocupante es que hay alguna fiesta donde empieza a haber más zonas VIP que pista de baile… y funciona.
¿Por qué pasa esto?
Mi teoría es que acudir a una fiesta se convierte en una cuestión de estatus. “Yo voy a esta fiesta porque las mesas VIP están muy, muy buscadas. Porque puedo pagarlo”. Ya no estamos hablando de cultura de club o discoteca, estamos hablando de otra cosa. ¿Que en Ibiza ha desaparecido la cultura de club o las ganas de bailar? No, para nada. Creo que sigue teniendo su cuota. Lo que pasa es que cada vez hay más cuota para ese público que busca algo exclusivo. Si siguen subiendo los precios, evidentemente que nos vamos a cargar al clubber. El clubber medio, como el turista de clase media, va desapareciendo.
¿Ibiza ha perdido riesgo musicalmente? Tengo entendido que en los 90 era el primer sitio donde sonaban temas, un lugar de descubrimiento…
No estoy de acuerdo. No era así. Evidentemente hace años se concentraba en Ibiza mucha novedad y mucha vanguardia en algunas cosas. Pero Ibiza no ha sido nunca un lugar tan arriesgado en sonido electrónico. Ha tirado cada vez más a lo comercial. Tal vez sí ha estado avanzada en algunas cosas como la forma de poner marketing en las fiestas, convertirlas en un producto, en un lifestyle…
¿Por qué cree que hay esta sensación de que la temporada 2024 está siendo floja?
Hay muchas razones y están entrelazadas. La primera es que la temporada es más larga y repartida. La otra, que el turista que venía una semana ahora viene dos días y con una lista cerrada de cosas para hacer: Un día a Pachá, otro día a Ushuaïa, un sunset y dos playas. Quien está fuera de ese circuito no funciona, a no ser que se haya puesto de puesto de moda. Fuera de este circuito hay empresas que están sufriendo. Conozco a gente que hace chárters y que en julio ha trabajado muy poco, seguramente porque esa experiencia está fuera de la lista.
¿Por qué vienen dos días en lugar de una semana?
Porque estar unos días en Ibiza es ultra caro. Un amigo vino a visitarme de manera un poco improvisada y le salía a 400 euros la noche. Cinco días por 2.000 euros, solo en alojamiento. Ibiza está más cara para todos, no solo para los turistas. Cara para vivir. Cuando salgo a correr por allí (señala la zona Cala de Bou / Port des Torrent) me encuentro tiendas de campaña al lado de caminos en medio del bosque con gente viviendo.
¿En Ibiza hay djs viviendo en asentamientos, en caravanas?
Nos preguntaron esto mismo desde la Association for Electronic Music (Afem) porque querían hacer una investigación, un artículo. Y la respuesta es que no, por lo menos entre los asociados o casos que conozcamos. Pero puede que sí haya alguno.
Siempre que pensamos en DJs nos viene la imagen de la estrella de las grandes discotecas, pero aquí en Sant Antoni o en otros lugares hay muchísimos pequeños o medianos locales con dj.
Claro, siempre digo que yo soy presidente de los DJs obreros. La gran mayoría son disc jockeys que trabajan cinco o seis días a la semana, con jornada laboral. No trabajan en clubes.
¿Cuánto cobra un dj ‘obrero‘?
Voy a poner un estándar: entre 150 y 200 euros por sesión en un restaurante, en un local…
¿Cuánto dura la sesión?
Depende: dos, tres, cuatro horas… cinco ya es mucho. Obviamente hay sitios que pagan menos, hay sitios donde pagan más. Podríamos pedir más o, por lo menos, no hacer tantas horas por sesión. Esto es algo que estaría bien regular. Por eso estamos llamando a la puerta de Ocio de Ibiza, para intentar regular un estándar.
¿Los djs tienen convenio colectivo?
No. Es una de las cosas por las que estamos luchando. Necesitamos algo regulado. Es un poco complicado, pero creemos que debe haber unos mínimos regulados. De hecho, otra de las propuestas es que los locales apuesten por tener un dj residente y lo contraten, de tal manera que tenga una estacionalidad segura y luego tenga paro y pueda emplear el invierno para formarse en marketing, cursos de booking, contratación, de producción musical…. El local puede crear así un dj residente que sea su imagen y que luego en invierno salga fuera de la isla y lleve esa imagen fuera. Intentar hacer que todos rememos en la misma dirección.
¿Cómo veis desde la asociación el movimiento Canviem el rumb y otros surgidos en Ibiza contra el turismo masivo, los problemas de vivienda que acarrea…?
Defiendo los intereses de la asociación y el trabajo de los dj y lo que tengo que decir es que la imagen del disc jockey en Ibiza es una imagen equivocada. Todo el rato estamos intentando cambiar esto.
Casi todas las acciones que hacemos tienen que ver con intentar hacer que la imagen del disc jockey sea cultural y que se entienda lo que nos aporta la música en el día a día. La música hace que un momento pueda ser más intenso, más especial. La música del sunset [puesta de sol] es algo genuinamente ibicenco y especial.
¿Pero qué opinan sobre sus objetivos generales?
Estamos en contra de un turismo asalvajado y de que todo esté cada vez más caro. O de 10.000 personas bajando a la vez de tres cruceros al puerto. Yo no me voy a enfrentar a este tipo de protestas, a no ser que la protesta tenga que ver con limitar aún más la música o el sonido en los garitos. Porque, repito, creo que esta es una isla musical y su idiosincrasia es esa. Si yo me puedo enfrentar en un momento dado a estos movimientos es si por si abogan por la prohibición de que haya música.
Ahora, ¿fiestas ilegales en lugares naturales? No. Es algo que la asociación ha condenado y lo seguiremos haciendo. Lo importante es que esté todo bien regulado y en la isla no lo está. Partiendo de que lo que está regulado aquí [Sant Antoni, donde se desarrolla la entrevista], no está igual de regulado en Sant Josep o en Ibiza o en Santa Eulària.
Nos han dado un toque a nosotros por las fiestas ilegales por parte de un Ayuntamiento. Nosotros no tenemos nada que ver con las fiestas ilegales que hay en villas. Si hay fiestas así las tienes que controlar, intentando que los dueños no alquilen las villas con esa actividad, poniendo más control sobre los disc jockeys que pinchan ahí, que son de fuera la gran mayoría. Los ricos pagan un pastizal para tener djs en sus villas, que al final están haciendo competencia desleal a los clubes. Esto no tiene nada que ver con la asociación.
Nosotros no deberíamos ser el enemigo de Caviem el rumb. Yo quiero proteger a la isla y la magia natural que tiene este lugar. El tema de los precios desorbitados, el turismo masivo… todo esto a nosotros tampoco nos va bien. La gran mayoría de miembros de la junta van a estar de acuerdo con proteger a la isla.
Este es un tema complicado porque la figura del dj se asocia a la discoteca, la discoteca al consumo de drogas, el consumo de drogas a las mafias y todo el crimen que esto trae a la isla.
Nosotros no pinchamos en los clubes, no estamos en los line ups de los grandes clubes. La gente piensa que el dj significa fiesta, manos en el aire y cobrar un pastón pero los djs de aquí pinchan en restaurantes, pequeños bares.. se ganan un sueldo día a día.
¿Qué relación tienen con el Consell, ayuntamientos…?
Yo estoy empezando a estar cansado de la relación de DIPEF con la administración. Nos hemos reunido muchísimas veces con Consell, ayuntamientos… hemos presentado proyectos. Proyectos que son, sobre todo, talleres para adolescentes, charlas profesionales como las que organizamos el año pasado en el Standard (hotel de Ibiza)… Tenemos ideas para la dinamización de la industria local; cosas que creo que se hacen para el bien de la isla y que no tienen nada que ver con hacer fiestas. Todas estas propuestas siempre han tenido un “sí, sí, claro». Pero luego, «no”.
¿Entonces no les apoyan?
No, salvo en un par de excepciones (cita unos talleres en Sant Antoni el próximo otoño), y hemos currado muchísimo, hemos empezado proyectos para dinamizar zonas en invierno, apoyando al comercio local, talleres para formar a la gente joven en un oficio que es tan bonito y respetable como cualquier otro, un mercado de vinilos… pero no.
¿Y esta reticencia se debe a que las administraciones no quieren que su nombre se asocie a los Djs?
Por ahí vas bien. Nos dicen “nos gusta lo que presentáis”, pero al final no sale. Creo que los djs hemos estado bastante pesteados y estamos intentando cambiar esa imagen.
Y hay que pensar otra cosa: Las grandes fiestas en discotecas que se celebran en Ibiza tienen muchísima gente de producción artística, booking, management, comunicación… que no son de Ibiza porque no hay profesionales del sector en la isla. O sea, tienes mogollón de puestos de trabajo que se pueden alimentar de profesionales que estén en la isla. ¡Formémosles aquí! Ushuaïa y Hï necesitan este personal y si no lo contratan en la isla es porque no hay profesionales, no porque no quieran. Y Hï y Ushuaïa no va a dejar de existir.
Hablando de ello… ¿Qué tiene que decir a las voces que dicen que Ibiza estaría mejor si las macro discotecas no existieran?
Esto es una opinión personal: yo preferiría que hubiera otra cosa, que toda esa gente, esas miles de personas que van a estos días cada día, estuvieran distribuidas en otros lugares de la isla y todo el mundo tuviera más riqueza. Una de las causas de que el puerto esté muerto es porque seguramente hay 7.000 personas metidas en un lugar de seis de la tarde a doce de la noche.
La isla atrae cada vez más lujo y, a la vez, hay más exclusión social…
Yo hago muchos trabajos de marketing y comunicación y siempre digo que utilizar la palabra exclusivo es feo. Cuando usas la palabra Exclusivo no estás hablando de ti, estás hablando de lo que dejas fuera. Es todo lo contrario que inclusivo. Vaya mierda de adjetivo que estamos utilizando para darle valor a algo: Lo importante no es que yo esté, sino que los demás no están. Es feo.
Más información de DIPEF Ibiza y Formentera en este enlace.
Más que enemigos una pandemia. Solo faltaría que las Administraciones colaborasen con la autodestrucción de la Isla debido a la masificación y tipo de reclamo que propone esta clase de «mal llamado» ocio
Lo de ahora es todo basura
Dj, influencers, tiktokers…. al saco
Aunque el tono general de la entrevista me ha gustado, quieres excluir al DJ que por lo que sea va a cobrar menos de lo que la Asociación diga que debe de cobrar un DJ.
A mi me hace mucha gracia que las administraciones consideren cultura cuando la música se hace con un violín y lo subvencionen, pero no se quieran ni acercar cuando se hace con una mesa de mezclas.
Pero este que sabe de los 90s en Ibiza?
Otro que llega a Ibiza y se cre que lo sabe todo, cuanto llevas aquí?
Es lo mismo de siempre, llegan personajes cómo este a la Isla y quieren llevarse pastel.
Mucho vende humos
Salut .
No he visto a ninguno condenando lo de diplo en vedra…