El Tribunal Supremo ha confirmado la condena a 20 días de arresto a los que fue condenado un militar (junto a otros dos) por haber montado una juerga alcohólica y sexual en las instalaciones de Sa Coma, en Ibiza. Los hechos se remontan a septiembre de 2020, cuando soldados de la Unidad Militar de Emergencias (UME) de la base Jaime I de Bétera (Valencia) estaban en Ibiza en misión de apoyo por posibles incendios forestales en la isla.
Al menos tres de ellos se saltaron toda normativa militar (y las restricciones de la pandemia de Covid) para montar una juerga donde corrió el alcohol y donde mantuvieron encuentros sexuales en las instalaciones de Sa Coma, recinto ubicado en la carretera de Sant Antoni, en el que se alojaban los militares y que, además, está junto al centro de menores Padre Morey.
Durante estos días, los testigos vieron entrar a mujeres civiles, escucharon ruidos de actos sexuales, música a todo trapo, vieron micciones de borrachos por la zona y hasta a un soldado jugando a tenis de mesa en calzoncillos junto al centro de menores.
Los soldados fueron pillados, principalmente porque no disimularon en absoluto su comportamiento, con entradas y salidas de mujeres a la vista de todos, poniendo música muy alta e incluso orinando en el exterior.
Se les impusieron sanciones de arresto y, al menos en un caso, un soldado recurrió al Tribunal Supremo, que no le ha dado la razón y confirma los 20 días a los que fue condenado.
En el caso también estuvieron implicados otro soldado y un cabo, que fueron condenados por el Tribunal Militar Central a 20 y 25 días de arresto respectivamente.
La confirmación de la condena la avanza hoy el medio El Confilegal.
La sentencia ha sido dictada por los magistrados de la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo, que han visto perfectamente probados los hechos, para los que hay múltiples testigos, entre los que están incluso los responsables del centro de menores.
Las instalaciones habían sido cedidas por el Consell de Ibiza de la UME por un convenio que mantienen con el Ministerio de Defensa para que pudieran pernoctar en la isla y ayudar en caso de incendio forestal.
En el tiempo en el que estuvieron en Ibiza, a principios de septiembre de 2020, accedieron al recinto con mujeres que nada tenían que ver con la UME, para mantener relaciones sexuales con los soldados, que también bebían alcohol en el recinto sin tener autorización, «lo que les impedía estar en condiciones de conducir los vehículos de servicios». Hay que recordar que, en caso de emergencia, tenían que estar listos en menos de una hora para actuar.
El Tribunal Militar Central condenó a tres soldados por estos hechos el 29 de noviembre de 2022.
Al menos uno recurrió la sentencia. Sin embargo, lo tenía todo en su contra al haber numerosos testigos. Tal y como recuerda el Confilegal: «la Jefa de la Sección del Departamento de Presidencia del Consell de Ibiza y del Parque insular de Servicios Públicos declaró que transmitió una queja al teniente coronel del BIEM III por el comportamiento del personal militar. Asimismo, comentó que vio salir a dos o tres chicas de las instalaciones entre las 9:00 y 10:00 de la mañana y que, posteriormente, las volvió a ver entrar con bolsas de la compra. También confirmó que orinaron en la entrada del edificio y que se tambaleaban debido al estado de embriaguez en el que se encontraban».
La jefa de sección de dirección del centro de menores Padre Morey declaró que los ruidos y voces femeninas “perturbaban la buena armonía” e integración de los niños.
El vigilante de seguridad del centro de menores explicó que también les vio “haciendo corrillo” fumando y que hubo menores que llegaron a preguntar si había actos sexuales.