El presidente del Consell de Formentera, Llorenç Córdoba, ha defendido este lunes que en la reunión que ha mantenido con todos los consellers del equipo de gobierno y la oposición ha presentado “pruebas físicas” de que las acusaciones de Sa Unió “son falsas”.
Para el presidente, estas pruebas evidencian que no es un “chantajista”, que no es “un extorsionador” y que no ha entrado en política “por intereses personales”, ha dicho en respuesta a las acusaciones de sus propios consellers, que le acusan de haber pedido sobresueldos de entre 3.000 y 4.000 euros al Consell de Formentera y a la presidenta del Govern, Marga Prohens.
Córdoba ha hecho declaraciones a última hora de la tarde y ha insistido en que no dimitirá, a la vez que ha confirmado que en la reunión ha pedido la renuncia de los vicepresidentes Verónica Castelló y José Manuel Alcaraz, pero ha matizado, en contra de lo que han manifestado los propios integrantes de Sa Unió públicamente, que no tiene previsto cesarlos.
Sobre las pruebas, ha dicho que ha conseguido demostrar que las reuniones en Mallorca han sido por temas de Demarcación de Costas y triple insularidad, así como conversaciones con la presidenta del Govern balear por WhatsApp, en relación a cuestiones de Formentera, como la Ley de Costas para el problema del deslinde de la pitiusa menor. “Yo no fui a pedir por intereses personales y esto ha quedado más que demostrado”, ha insistido.
El presidente ha señalado, sin nombrarlos, a Castelló y Alcaraz, como los consellers que “han estado preparando” esta situación por el “interés personal” de Alcaraz de alcanzar el poder. Por ello, ha dicho que deberían renunciar y “pedir disculpas a todos los políticos de esta institución” y a él mismo “después de todo lo que han vertido sobre mí y mi familia”, ha afirmado.
“Sinceramente, pensaba que esta situación se podría resolver y que Sa Unió entraría en razón más fácilmente en cuanto mostrase estas pruebas físicas que son evidentes, pero parece que están enrocados o son órdenes externas”, ha manifestado, y se ha mostrado extrañado de que los compañeros que ha tenido “durante tantos años a su lado, ahora tengan este comportamiento”.
También ha dicho que al principio de la reunión pidió a los consellers de Sa Unió que presentaran evidencias de por qué le pedían la dimisión “y han dicho que no las tienen, que las tienen manos de un abogado”.
“Me están pidiendo la dimisión por unas pruebas que no tienen y que todavía las están buscando o fabricando”, ha criticado.
También ha dicho que sus primeras palabras de la reunión han sido para agradecer a la oposición por la “calidad humana como personas, aparte de como políticos profesionales», que han tenido hacia él, así como “la lealtad institucional” de dejarle hablar y de esperar “todo este tiempo a pesar de todo lo que ha salido” en contra de su persona. “Es un lujo como presidente tener una oposición con esta calidad humana”, ha remarcado Córdoba.
El presidente también ha confirmado que ha pedido un cambio de ubicación en el pleno del Parlament balear para cambiarse de sitio y para no sentarse, como hasta ahora, junto al PP y a Vox en la cámara autonómica. Según ha dicho, quiere evitar la incomodidad de sentarse junto a un grupo que le está «atacando».
EFE