@Noudiari / Vecinos de la Marina y de Dalt Vila han denunciado las molestias ocasionadas por ele elevado volumen de la música procedente de un crucero atracado es los diques de Botafoch. La fiesta organizada a bordo empezó por la mañana pero se intensificó a partir de las siete de la tarde hasta las doce de la noche y de forma ininterrumpida.
«El ruido, porque lo que nos llegaba no era música, empezó sobre las siete de la tarde y terminó a las doce, hora en la que al fin nos pudimos dormir en casa», señala una vecina de Dalt Vila.
Otras personas que viven la misma zona han manifestado a este diario que no entienden como el Ayuntamiento de Ibiza y Autoridad Portuaria permiten una fiesta de estas características, «que molesta a media ciudad y obliga mantener de noche las ventanas cerradas en pleno agosto para poder descansar».
Además de en Dalt Vila, el ruido «ensordecedor» de la música causó molestias también en La Marina. Otra persona que reside en este barrio antiguo de la ciudad comenta que «entre la fiesta de este barco y el ruido de algunos establecimientos de ocio de la zona» se le hizo imposible conciliar el sueño hasta pasadas la una de la madrugada.
Una vez más, el descanso de los ciudadanos que residen en el municipio de Ibiza ha pasado a un plano secundario para las autoridades, que priman la celebración de fiestas con música a gran volumen al bienestar de los ciudadanos.