Guardia Civil y Policía Local han llevado a cabo a lo largo de la mañana de hoy una operación de desalojo en la villa ilegal Casa Paola, en es Cubells, del municipio ibicenco de Sant Josep, sobre la que pesa una orden de demolición y que, además, se explota de forma turística sin ningún tipo de licencia. La actuación ha sido ordenada desde los juzgados de Ibiza y para ello se ha solicitado la colaboración de los agentes de la policía local así como del Instituto Armado.
Además, un cerrajero se ha encargado de abrir las puertas para que tanto agentes policiales como judiciales pudieran acceder al interior del complejo, donde estaba alojado un grupo de aproximadamente una decena de turistas que se han visto obligados a abandonar las instalaciones (en la imagen superior) antes de tiempo después de haber contratado su estancia en la vivienda a través de una agencia que sigue comercializando el inmueble.
Las personas desalojadas han declinado la posibilidad de realizar cualquier tipo de declaración a este medio de comunicación, presente en el momento de su salida, que se ha hecho efectiva sobre la una de la tarde, y han abandonado la vivienda por la puerta principal con cara de resignación y las maletas y resto de equipaje a cuestas. Se han limitado a confirmar que estaban alojados en la villa antes de solicitar un transporte para abandonarla.
La vivienda, levantada sin licencia urbanística e ilegalizable por estar edificada en suelo protegido, es propiedad de Francisca Sánchez Ordóñez, conocida como Paquita Marsan, y propietaria de la ya demolida Casa Lola, en las proximidades de Casa Paola, que fue derribada el pasado verano de forma subsidiaria por el consistorio al expirar el plazo otorgado a la propietaria para tirarla abajo por ilegal.
Hay que recordar que hace un año, el 9 de agosto de 20202, se vivió una situación muy similar a la de hoy en Casa Lola, cuando un nutrido grupo de turistas eran desalojados, algunos de ellos esposados, de esta residencia turística ilegal. Solo un día después comenzaba la demolición del complejo.
Según el expediente de disciplina urbanística incoado el 2016 sobre la vivienda conocida como Casa Paola, la villa tiene una construcción de unos 170 metros cuadrados de uso residencial; un aljibe de unos 75 metros cuadrados; una piscina de 100 metros cuadrados y una construcción anexa de 150 metros cuadrados destinada también a uso residencial.
Ordenes de paralización desatendidas
Cabe que recordar que durante la ejecución de estas obras hubo varias órdenes de paralización emitidas desde el Ayuntamiento de Sant Josep que fueron completamente ignoradas, hecho por el cual se consideró a la propietaria, Inversiones Hoteleras Faro (de Francisca Sánchez Ordóñez), responsable de una infracción urbanística muy grave y se le ordenó la reposición de la vivienda a su estado anterior.
Transcurrido el plazo y sin que se hubiera cumplido la orden de restauración, el Ayuntamiento inició el año pasado los pasos para hacerlo a través de sus propios medios si la propiedad seguía sin restablecer la realidad física alterada a su situación anterior, cosa que aún no se ha producido, por lo que la vivienda sigue en el mercado de alquiler de lujo a pesar de carecer de cualquier tipo de licencia para ello.
Normal. Si le sale gratis infringir la ley porque va a respetarla cuando hay mucho dinero por medio?.