EFE / Un fugitivo rumano que permanecía huido desde hace unos ocho años y sobre el que pesaban ordenes de búsqueda y captura emitidas por Alemania, Rumanía e Italia, ha sido detenido en Ibiza donde es propietario de una inmobiliaria, ha indicado hoy, la Jefatura Superior de la Policía Nacional.
Tras su detención fue puesto a disposición judicial, y se decretó su ingreso en prisión.
Tras varias gestiones la policía constató que el sospechoso había oficializado su estancia en España en 2014 y que poco después se había trasladado hasta la pitiusa mayor donde fijó su residencia.
En Ibiza, según han detallado la Policía Nacional, mantenía un alto tren de vida como propietario de una agencia inmobiliaria.
Los agentes a cargo del caso comprobaron, con la ayuda de la policía de Rumanía, que el pasaporte utilizado en su momento para regularizar su situación había sido falsificado mediante el cambio de fotografía y los datos del titular, identidad que había utilizado desde ese instante.
Lamentablemente, el «San Benito», lo tienen ganado a pulso. Y es uno de los problemas que presenta esta comunidad en la UE. La derecha, se ceba en la gente que viene en las llamada pateras, pero de las decenas de miles de personas, que entran por la frontera francesa, y que, simplemente, vienen con la idea, de esquilmar todo lo que puedan y repatriar todo el dinero que puedan, y que se aprovechan descaradamente, de los derechos sociales, de los que, por supuesto, no van a contribuir, no se dice nada. El foco mediático, está mal enfocado.
https://www.bez.es/301317751/crimens-en-la-ue-no-hay-relacion-con-inmigracion.html
No me gustan los «San Benitos», pero estos países, ingresaron en la UE, por cuestiones geopolíticas, con respecto de Rusia, especialmente. Era tan evidente, que iban a ocasionar daños, en las sociedades de la Unión, que la movilidad de sus ciudadanos, estuvo restringida durante tres años, tras su entrada en la UE. Todos los profesionales, sabíamos entonces, que iban a ser causa, de, por lo menos, una gran competencia desleal. Pues vendrían (y así fue) con ganas de hacer cualquier trabajo, por una fracción de lo que cobraban los autóctonos. Pero lo más llamativo, fue las mujeres con los bebés «adormilados», que llenaron toda Europa, y que solo a fuerza de ver que eso no les daba más que disgustos, lo fueron sustituyendo, por las mujeres que piden en las entradas de los supermercados. Es todo una mafia. La policía lo sabe. Todo lo reunido, va a parar a manos de unas pocas personas, que en sus países, compran terrenos, y se hacen buenas casas. Y eso, como puede verse, y es una realidad, es lo más blando de la delincuencia organizada proveniente de estos países. Tardaremos muchas décadas, antes de que las políticas económicas de ayudas a estos países, por parte de la UE, den como resultado, que estas personas, no vean en el resto de países, la única solución para mejorar sus vidas.
Naturalmente, el «San Benito», es generalista, y por tanto injusto. La mayoría de la gente, viene a buscarse la vida de manera honrada. Es una situación similar, a la de la comunidad italiana en EE.UU. a principios del siglo XX. Obviamente, la mayoría de ellos, no pertenecían a la Mafia, pero, todos los que pertenecían a la Mafia, eran italianos. Lo dicho… el «San Benito». En fin, lamentablemente… rumano tenía que ser.